Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
10 de julio 2001


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Simposio Marcadores cutáneos de las enfermedades sistémicas

Con el estudio de la piel se han observado los síntomas de diferentes padecimientos

Con el conocimiento de la piel y la dermatopatología se advierte la existencia de marcadores importantes en enfermedades sistémicas, razón por la cual el Departamento de Tercer Año, dependiente de la Secretaría de Enseñanza Clínica, Internado y Servicio Social de la Facultad de Medicina organizó el simposio Marcadores cutáneos de las enfermedades sistémicas.

Con esta actividad se aspira a que los galenos de la FM tengan la oportunidad de reforzar y ampliar sus conocimientos sobre las expresiones más importantes de la patología dermatológica como evidencia de padecimientos sistémicos y de otros problemas de salud, gracias a la participación de expertos en el tema provenientes del Centro Dermatológico "Dr. Ladislao de la Pascua", que sin duda alguna despejaron muchas dudas de quienes presenciaron su exposición.

El pasado 9 de junio en el auditorio "Dr. Raoul Fournier Villada", el doctor Fabián Fontes Avila, jefe del Departamento de Tercer Año, al inaugurar el simposio, indicaba que la piel es el sistema más grande con el que cuenta el hombre y no sólo eso, sino que es un marcador de lo que pasa dentro del organismo; sin embargo, apuntó que en muchas ocasiones se pasa inadvertida una enfermedad sistémica porque los médicos no se detienen a observar las lesiones dérmicas que pudiera presentar. "Afortunadamente, con el estudio que se ha hecho de la piel y con la dermopatología, sabemos ahora que existen marcadores importantes de enfermedades sistémicas".

Por su parte, el doctor Virgilio Santamaría González, jefe del Servicio de Investigación del Centro Dermatológico, y coordinador del simposio, recalcó a los galenos que deben observar en la piel enfermedades sistémicas como: diabetes, enfermedades de la tiroides, tumores, y otras que se manifiestan a través de ese órgano, ya que sin ser dermatólogos deben aprender a reconocerlas, toda vez que en la práctica médica general, 25 por ciento de la consulta está dedicada a casos de dermatología.

Al dar inicio a la sesión, la doctora Leticia de Alba Alcántara, jefa del Servicio de Cirugía Dermatológica del Centro Dermatológico, habló de diferentes Tumores benignos como marcadores de las enfermedades sistémicas, de manera que se refirió a neoplasias cutáneas prominentes que se acompañan en forma ocasional de algunas neoplasias internas, y principalmente a estas últimas, es decir, tumores benignos que se llegan a asociar con algunas de ellas.

De esta manera habló de queratosis seborreica, síndrome de Murrtore, síndrome del nevo epidérmico, quiste epidérmico, síndrome de hamartomas múltiples y lipomatosis simétrica, entre otras. Existe una gran cantidad de alteraciones con las que pueden cursar los tumores cutáneos; el médico, señaló, tiene que saber que bajo ciertas condiciones estos tumores benignos obligan a buscar alguna patología sistémica.

Por ejemplo dijo que el síndrome de los hamartomas múltiples es una enfermedad autosómica dominante, la alteración se encuentra en el brazo largo del cromosoma 10 en lupus 22 y 23. En esta enfermedad se presentan hamartomas de varios tejidos, el marcador cutáneo es un tumor de anexos y la neoplasia con la que se asocia es el carcinoma de mama. Estos triquilinomas tienen características muy particulares: predominan en la cara y en las mucosas, cuando afectan la epidermis da el aspecto de múltiples verrugas vulgares y en las mucosas tienen un aspecto de empedrado. Se asocian con poliposis intestinal, de tiroides, carcinoma de pulmón, hepático, pancreático, de ovario, de vejiga y liposarcoma.

Todas las enfermedades presentadas son de tipo genético, por lo que no existe tratamiento; sin embargo, enfatizó la especialista que en muchas ocasiones son extirpados aquellos que suelen ser muy molestos, aunque las alteraciones sistémicas que el paciente presenta no tienen tratamiento alguno.

Por su parte, el doctor Rodrigo Gutiérrez abordó la patología Complejo vasculocutáneo de la pierna. En este punto mostró la diferencia con la úlcera de pierna, la cual puede tener distintas causas; sin embargo cuando se trata del complejo se debe señalar su etiología con respecto a las alteraciones vasculares, propiamente de la venosa.

De esta manera, dijo que 95 por ciento de los pacientes con úlcera en la pierna son consecuencia de un trastorno venoso, mientras que el cinco restante puede deberse a alteraciones arteriales, cáncer, metabólicas, etcétera.

Por otra parte, el complejo vasculocutáneo afecta más frecuentemente a la raza blanca, se presenta en ambos sexos, pero de 3 a 1 con predominio en mujeres; es mayor entre la quinta y sexta décadas de la vida; sólo 22 por ciento de los casos se presenta en menores de esta edad, y es la primera causa dermatológica de pensión por invalidez en nuestro país.

Los factores predisponentes para padecer esta patología son de origen genético, sobrepeso, sedentarismo y la ocupación (aquellas en las que se requiere que se esté mucho tiempo de pie). En lo que se refiere a la etiología, dijo el especialista que se presenta una alteración en las paredes vasculares que van a fomentar un retorno insuficiente de la sangre, lo que agrega un aumento del flujo de dicha sangre (aumento de la presión intravascular), además de propiciar la fuga de líquidos y proteínas como la fibrina, que además de fomentar un edema y producir una alteración en los gases, es decir, una disminución en la difusión del oxígeno que va a ser reflejada en una isquemia por un reflejo vasopresor, permite la permeabilidad vascular, así como la salida de otras células y proteínas (hemoglobina), lo que provoca fomento en la pigmentación; finalmente puede llegar a producir fibrosis, algún traumatismo y finalmente una úlcera.

Este padecimiento afecta, en primer grado, únicamente la epidermis; en segundo hasta la dermis; en tercero, el tejido celular subcutáneo; en cuarto, los músculos y, en quinto, las articulaciones. Respecto al cuadro clínico se observa que afecta ambas extremidades, aunque algunos autores lo reportan como predominio a nivel izquierdo, lo más frecuente es que afecte del dorso del pie hasta la rodilla y a nivel maleolar, finalizó el doctor Gutiérrez.

Al hablar de los Marcadores cutáneos en el sida, la doctora Rosalía Cancela García, jefa del Departamento de Enfermedades de Transmisión Sexual, del Centro Dermatológico, recalcó a los futuros médicos que es muy importante, en el caso del VIH, observar e interrogar al paciente que pueda presentar factores de riesgo, hasta descartar su posible contagio, porque de nada sirve que a este tipo de personas se le diagnostique la enfermedad cuando ya tuvieron oportunidad de contagiar a más personas.

Por ello enfatizó la doctora que un individuo, después de una relación infectante, no se positiviza de manera inmediata, este periodo puede durar pocos meses e incluso años, pero ésos son los casos más raros; generalmente se habla de un periodo de tres o cuatro meses, al terminar este periodo (de ventana) aparece el de seroconversión, el cual será de tipo viral exantemático totalmente inespecífico. De esa manera el paciente que presenta un exantema también muestra fiebre, mal estado general, tiene viremia, adenopatías y sus linfocitos seguramente los tendría bajos, pero esto es temporal. Esto puede pasar sin que el médico se dé cuenta de que su paciente está infectado con el VIH.

Por otro lado, en las estadísticas, señaló la especialista, se demuestra que es muy difícil encontrar pacientes ya diagnosticados con sida que hace 10 años tuvieron el periodo de seroconversión; sin embargo, dijo a los galenos "ustedes sí deben pensar en él, de manera que deberán interrogar a ese paciente y conocer las prácticas (transfusión sanguínea, contacto homosexual, promiscuidad o si es usuario de drogas) que le lleven hacia el riesgo".

El sida es una enfermedad que disminuye las defensas del organismo y, por lo tanto, todas las patologías pueden estar presentes. De manera que lo importante es detectar los síntomas característicos en forma temprana; como ejemplo, dijo, en un paciente (aparentemente normal) que presenta infecciones (por enfermedad bacteriana) en la piel cabelluda, muy frecuentes, es lo que debe llamar su atención, concluyó.

Finalmente, el doctor Virgilio Santamaría González disertó sobre los Marcadores cutáneos en la diabetes mellitus (DM). Al respecto señaló que la DM comprende un grupo de enfermedades metabólicas caracterizadas por hiperglucemia debido a una acción o secreción deficiente de insulina; en México se estima que este padecimiento afecta entre 2 y 8.8 por ciento de la población general, de los cuales 90 por ciento corresponde al tipo 2. Al menos 30 por ciento de las personas con diabetes presentan alguno de los siguientes tipos de manifestación cutánea: 1) dermatosis en las que la diabetes actúa como un factor determinante; 2) infecciones cutáneas; 3) otras asociaciones frecuentes, y 4) complicaciones del tratamiento.

En lo que se refiere a la dermatosis, el doctor Santamaría señaló que existen en este rubro enfermedades como: necrobiosis lipoídica, dermatopatía diabética, síndrome de engrosamiento cutáneo, ampolla diabética, granuloma anular, acantosis nigricans, xantosis, xantomas eruptivos, manifestaciones vasculares de la diabetes mellitus (macro y microangiopatía) y manifestaciones cutáneas de la neuropatía diabética.

De la descripción de estos padecimientos, el especialista explicó, por ejemplo, que la dermatopatía diabética es la manifestación cutánea más frecuente en el paciente diabético, sin embargo no es un marcador específico de DM, ya que 20 por ciento de los pacientes con estas alteraciones no son diabéticos. Sin embargo se presenta en diabéticos tipo 1 y 2; afecta a 60 por ciento de esa población. Predomina en varones (70 por ciento de los casos) y en los adultos. Las lesiones que se originan con esta dermopatía son hiperpigmentaciones (café marrón), ovales o circulares, atróficas, de límites netos, sin escamas ni costras en su superficie, aisladas o agrupadas. La incidencia de esta enfermedad se relaciona con la gravedad de la DM. Las manchas pueden ser un marcador cutáneo de afecciones microvasculares en otros tejidos, por lo que los pacientes diabéticos con esta alteración cutánea pueden presentar además nefropatía, retinopatía y neuropatía.

En lo que se refiere a las infecciones cutáneas, dijo que éstas son más frecuentes en diabéticos no controlados y con complicaciones; también son graves y en muchas ocasiones resistentes al tratamiento. Entre ellas se encuentran: candidiasis, infecciones bacterianas y por ficomicetos.

En otras infecciones frecuentes en la diabetes mellitus, a excepción del glucagonoma, las demás pueden aparecer en pacientes no diabéticos y no tienen un mecanismo fisiopatológico común. Entre las enfermedades metabólicas destacan la hemocromatosis, la porfiria cutánea tardía y el glucagonoma. Otras son las dermatosis perforantes adquiridas, como la enfermedad de Kyrle, la foliculitis perforante y la colagenosis perforante reactiva; el vitiligo, el liquen plano, el sarcoma de Kaposi, el pénfigo ampolloso, la dermatitis herpetiforme, los acrocordones y el siringoma de células claras.

El especialista concluyó su exposición con las alteraciones producto del tratamiento. De esa manera señaló que entre 1 y 5 por ciento de los pacientes que reciben sulfonilureas, presentan diversas reacciones alérgicas; la forma más frecuente es un exantema maculopapular que se da en el primer mes de tratamiento y desaparece en forma espontánea; además, la insulina también puede causar algunas reacciones alérgicas que ocurren entre 10 y 50 por ciento de los pacientes, y pueden ser locales o sistémicas.

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