Durante la ceremonia conmemorativa del quincuagésimo aniversario de la recepción profesional de la generación 1945-1951 de la FM, cuyo escenario fue el auditorio "Dr. Gustavo Baz Prada" del Palacio de Medicina, el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, dijo a los médicos de la agrupación que ellos "forman parte de la máxima casa de estudios y de una Facultad que a lo largo de su historia nos ha permitido sentirnos profundamente orgullosos de ella".
De la Fuente aprovechó el espacio para plantear la necesidad de hacer algunos cambios de carácter estructural en la UNAM, "para hacerla más eficiente y que pueda cumplir mejor con sus funciones, pero estos cambios de ninguna manera implican el que vayamos a mutilarla". Se refirió a que la UNAM tiene que reformarse sin separarse de sus componentes fundamentales, y uno de ellos es la Escuela Nacional Preparatoria. "Las preparatorias deben seguir formando parte de nuestra institución porque es el mejor lugar en el que pueden estar, y por eso vamos a hacer la reforma con nuestros preparatorianos, y desde luego con todos los profesores y alumnos de las escuelas, facultades, institutos y centros". Manifestó también el rector de la UNAM que México requiere de instituciones de educación vigorosas, con una definición clara de su misión. Insistió asimismo en que la Universidad es y seguirá siendo, a pesar de algunas opiniones opuestas que la cuestionan, la máxima casa de estudios de México. De la Fuente, en compañía de los doctores Enrique Ruelas Barajas, subsecretario de Innovación y Calidad de la SSa; Alejandro Cravioto, director de la FM; Carlos Gual Castro, coordinador del comité organizador del quincuagésimo aniversario; Mauricio Castillo Hernández, presidente de la generación en el periodo 1999-2000; Clemente Robles Castillo, maestro emérito y decano de los profesores de la generación 1945-1951; Salvador Cerón Gyves, presidente para el periodo 2000-2002; y el licenciado Manuel Martínez Domínguez, padrino de la celebración, hizo entrega de medallas a cada uno de los médicos y la develación de una placa conmemorativa del 50 aniversario en el Patio de Piedra. En su participación, el doctor Gual Castro subrayó que la agrupación vivió el desarrollo vertiginoso de la medicina, como las prácticas sanitarias y los programas de medicina preventiva que han permitido la desaparición y el control de numerosas enfermedades, por lo que la esperanza de vida en México ha aumentado de 50 a más de 72 años. Sin embargo, mostró que con el envejecimiento de la población ha aumentado la incidencia de algunos padecimientos, como los neoplásicos, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. La generación ha contribuido, apuntó Gual Castro, a formar un grupo destacado de médicos, profesores y científicos que han participado en forma importante en el progreso de sus respectivas especialidades. El coordinador del comité organizador agradeció al mismo tiempo al licenciado Manuel Martínez Domínguez por su presencia y su apoyo para el desarrollo del acto, así como a los maestros, entre los que se encontraba el doctor Clemente Robles. Como padrino de la generación 1945-1951, el licenciado Manuel Martínez Domínguez dijo que esta generación, en sus 50 años de práctica médica, es un ejemplo, porque ellos han contribuido a la preservación de la vida, la felicidad y la paz. Martínez Domínguez consideró a los miembros como soportes que integran y permiten la consolidación de una sociedad y han dejado un legado muy grande. El maestro emérito Clemente Robles reconoció que la medicina mexicana pasa por una crisis en que el prodigioso avance de la tecnología ha provocado el empobrecimiento de las relaciones entre el médico y el enfermo, la cual, dijo, es una triste paradoja, por el hecho de que la medicina se hace más eficaz y el médico se encuentra distanciado de sus pacientes. El doctor Robles reiteró que el enfermo debe ser estudiado cuidadosamente, sin pasar por alto los aspectos clínicos. La historia clínica continúa siendo el documento más importante del estudio del paciente. Insistió en el respeto que debe tener el médico hacia él en los aspectos físico, económico y psicológico. Por su parte, el doctor Alejandro Cravioto, director de la Facultad de Medicina, destacó que a pesar de los problemas que generó la huelga en la UNAM se pudo dar instrucción a dos generaciones en el exilio con la ayuda de miembros de distintas generaciones, entre las que destacó la de 1945 donde se logró la apertura de hospitales para los estudiantes de medicina, así como el ofrecimiento de estancias para continuar con sus actividades académicas. Al concluir el acto en representación del titular de la SSa, el doctor Enrique Ruelas Barajas, subsecretario de Innovación y Calidad de la misma, congratuló la labor profesional de los médicos, los cuales, dijo, han sido pilares sobre los cuales se ha ido construyendo una medicina moderna. "Deseo entonces expresar que reconocemos ese valor que en ustedes encarna la profesión médica, ejemplo a seguir por las generaciones que de ustedes han aprendido y seguirán aprendiendo", comentó el doctor Ruelas. |