Actividades Culturales
Sencillez, colorido, imágenes en algunos casos simples, entre otros más complejas y otras con un sentido metafórico que permiten ser exploradas, son las obras que conformaron la exposición La locura de…volar con las alas rotas, de Jeremy Cruz, abierta el pasado 7 de febrero, en el vestíbulo del auditorio "Doctor Raoul Fournier Villada". La exposición comprende obra de 1997 al 2000, una retrospectiva de su trabajo e investigación, un estudio de la tristeza, una búsqueda en el color; la obra está dedicada a los amigos.
"En lo que presento muestro lo que pienso y siento, lo que hago, un ser incomprensible, porque me siento a veces caótico, ridículo sin sentido, pero el poder plasmar y trasladar todo ello al papel y madera con colores, olores y texturas, es lo que quiero que vean." Oriundo de Martínez de la Torre, Veracruz, donde vivió hasta los trece años y tomó sus primeras clases de arte en la Casa de Cultura del pueblo; allí aprendió las bases de la pintura y a plasmar los objetos. Actualmente, Jeremy Cruz cursa el segundo año de la carrera de médico cirujano y no sabe cómo fue que penetró en el arte de la pintura. "Nunca supe por qué comencé a pintar, desde niño comencé haciendo dibujos a mi manera, en vez de hacer hacía nopales o el sol en distintas posiciones". En ti, ¿qué relación tiene la pintura con la medicina?
"Estudiar medicina fue azaroso, varias universidades me habían aceptado, pero me quedé en el Centro Nacional de las Artes y no sabía que también me habían aceptado en la UNAM. En ese momento me encontré frente a la disyuntiva de estudiar arte o medicina, pero de pronto me imaginé vendiendo cuadros en Coyoacán, todo miserable, y escogí medicina. Lo del arte lo dejé por el momento y decidí desarrollarlo por mi cuenta. Tengo interés y mucho, es algo que me importa…desarrollar mi expresión y mostrarlo. "La medicina me gusta mucho, es divertida, te permite ser tú mismo y eso me gusta. Siento que todo lo que haga y viva tiene que gustarme, si no, no lo haría porque soy una persona caprichosa y la medicina no es difícil, es pesada y de resistencia. "Para los estudios de color, tomé dos semestres con el profesor Gregorio Alva, uno de los iniciadores de los alebrijes en México, él les pone alma de alambre y trabaja el papel maché con una especie de engrudo que seca rápido, pero yo desarrollé que seca más rápido. Él me enseñó mucho de la plástica en sus conversaciones, no me decía que tenía que hacer; alguna vez le mostré mis pinturas y me dijo que valían la pena. Es una persona que me inspira muchas cosas; pero aun así, no me baso en su obra, trato de hacer la mía propia, exploro mi interior, sé que nos soy maduro en esto de la pintura, que me falta perfeccionar mi estilo, pero pensé que ya tenía el suficiente material y calidad como para poder exponer". Finalmente, agradeció el apoyo de la licenciada Leonora González Cueto encargada de del área de Actividades Artísiticas y Culturales, porque para él significa el primer escalón. "Anteriormente ayudé y participé en la megaofrenda. Considero que el venir de provincia me da ciertos conocimientos estéticos de lo que es la visión del Día de Muertos, éste fue mi primer contacto con el área de actividades culturales y creo que eso me abrió las puertas". La exposición se hizo acompañar de poemas y textos de Iabarim Simón, Gretel Juárez, Daniel Gibrán Regnier Romero-amigos del expositor- y del propio Jeremy, así que resultó ser un festín de juventud. |