El mayor premio obtenido fue poder asistir a la inauguración y a la clausura de los XIX Juegos Olímpicos realizados en México, en 1968, comentó orgulloso el doctor Juan González Zavala, jefe del Programa de Actividades Deportivas y Medicina del Deporte.
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Ubicado en el primer piso del edificio ``B'', entrando por la primera puerta, cerca de las rampas, se encuentra el doctor Zavala -como más se le conoce-, en un pequeño cubículo donde coordina y realiza el préstamo de balones, los torneos deportivos y los exámenes médicos para el acceso a la alberca de Ciudad Universitaria.
Durante breve entrevista con este medio informativo, el doctor Juan González Zavala recordó parte de su trayectoria como jugador, profesor y entrenador, pero principalmente sobre la maravillosa experiencia de haber coordinado los servicios médicos de los XIX Juegos Olímpicos; asimismo, nos habló sobre las vivencias y frutos obtenidos con los muchachos que participaron en dicho evento y cómo fundó varias instituciones dedicadas a la Medicina del Deporte.
Nacido el 17 de abril de 1929, en Cuernavaca, Morelos, el doctor Gonzá- lez Zavala ingresó a la Universidad con el 17o. lugar general en 1946; durante su paso por la preparatoria, participó como jugador de futbol soccer, deporte que con el paso del tiempo lo llevó a ser entrenador. Posteriormente, al cursar la carrera de medicina y seguir desempeñándose como jugador y entrenador, le nació la inquietud sobre los aspectos relacionados con el tratamiento médico de lesiones en atletas, motivo que lo llevó a hacer estudios e investigación sobre el tema, ya que no existían en nuestro país.
``Fui entrenador y capitán de las selecciones de basquetbol, futbol y voleibol de 1948 a 1953 en la antigua Escuela de Medicina y para mi satisfacción, muchos de los muchachos que entrenaba formaron parte de las ligas mayores de la UNAM. Después, continué como instructor de entrenadores, durante el segundo año de la carrera, con un sueldo de 75 pesos que me servía para las tortas''.
Como estudiante de la Escuela de Medicina se destacó por su lucha estudiantil en pro de la dignificación de las ``perradas'', para que éstas no fueran tan crueles y con el propósito de recaudar fondos para las fiestas de fin de año, comenta su colaboradora la doctora Rosario Hernández Delgado, quien dijo: ``organizaba eventos deportivos donde invitaba, por ejemplo, a luchadores de la talla de Blue Demond y El Santo, entre otros; colocaba un rin en la explanada del Palacio de Medicina, donde se organizaban enfrentamientos de luchadores y se cobraba por ello''.
En 1954, el doctor González Zavala se titula con la tesis ``El uso de los antibióticos en el tratamiento de la tosferina''; de aquí en adelante se desempeña como profesor, con la idea de obtener mayores conocimientos que se pudieran aplicar en la Medicina del Deporte, sin dejar de actuar como médico en diferentes instituciones del sector salud, principalmente en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), donde también fue director de las clínicas médicas de la Industria Militar en Tacubaya y de las del propio instituto en Narvarte y Observatorio.
Cabe señalar que sus inquietudes y el ahínco demostrado en la Medicina del Deporte lo llevaron a escribir varios libros sobre el tema, además de contar con la estrecha colaboración de doctores como Ignacio Chávez y Gustavo Baz; este último, nos dice, ``me tenía un gran afecto, me llamaba: `mi joven médico'.
``La inquietud nació de querer saber qué pasaba desde el área médica con las lesiones y cómo desarrollar una terapéutica efectiva, sin descuidar la cultura física, ya que en México no existe hasta la fecha, a pesar de que la cul- tura física no es más que conocer tu cuerpo física y mentalmente''.
Durante la década de los sesentas, todos los equipos entrenados
por el doctor Ganzález Zavala ganaron el primero y segundo lugar
en torneos universitarios, nacionales e internacionales, como sucedió
en los Juegos Panamericanos y del Caribe. En 1965 y 1966 asistió
a las Semanas Internacionales de Medicina del Deporte; el 17 de febrero
de 1967, recibió una carta del Comité Olímpico Mexicano
dirigida a la Federación Mexicana de Medicina del Deporte, donde
se le pedía se hiciera cargo de los servicios médicos durante
las competencias y el entrenamiento de los jugadores para el Campeonato
Nacional de Basquetbol; ese mismo año, es nombrado jurado para
exámenes ordinarios y el 11 de octubre recibe la carta del comité
organizador de las XIX Olimpiadas, donde se le comunica que el presidente
de México, Gustavo Díaz Ordaz, lo nombra jefe de los servicios
médicos de dicho evento.
Preparativos y Realización de los XIX Juegos Olímpicos
``Cuando me enteré, inmediatamente hablé con las autoridades de la Facultad para organizar a un grupo de mil alumnos, los cuales tenían como característica principal la obligación de cursar el cuarto año de la carrera con un curso que duró un año, con horario de 8 de la mañana a 8 de la noche; aunque por orden presidencial todas las instituciones de salud tenían que proporcionar recursos humanos, nosotros, por la forma en la que se desarrollaba todo en aquella época, sabíamos que no designarían a sus mejores elementos sino a los que les sobraban y, la FM con sus mejores muchachos podía cubrir todos los requerimientos. En el 68, nos distribuimos en 90 centros de entrenamiento y 48 centros de competencia, cubriendo tres turnos con la ilusión de participar y, si se podía, entrar a la inauguración o clausura del evento... y lo conseguí; entramos a la inauguración y a la clausura. Creo que eso fue el mejor premio, además de podernos sentir importantes ante el hecho de que en nuestras manos estaba la salud de los atletas del mundo. Nuestra tarea era estar al tanto de los malestares que sufrían los atletas ante el cambio de clima, altura y condiciones de entrenamiento.
``De las dependencias gubernamentales, el ISSSTE se negó a participar abiertamente, mientras que Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) colaboró en lo que pudo; formamos un cuadro básico de medicamentos que nos surtieron, sin faltar nada; los subdirectores médicos de las instituciones de salud de aquella época nos atendieron de maravilla e igualmente surtieron a los cuadros médicos de Monterrey, Puebla, Guadalajara y Valle de Bravo''.
Durante la Olimpiada, también se realizó un congreso de Medicina del Deporte, en el cual nuestro entrevistado fungió como organizador y secretario; nos dice: ``eso nos sirvió de experiencia para actualizarnos y ponernos al tanto de lo que pasaba en otras partes del mundo y, a pesar de que nuestro país estaba muy atrasado en el área, fue la mejor Olimpiada que se ha organizado, todo gracias a los muchachos.
``Otra parte importante que se desarrolló durante las Olimpiadas fue la parte energética; es decir, la alimentación, aspecto en el que tuvimos mucho éxito, pues antes del evento se había desarrollado un campaña de desprestigio contra México; se les había dicho a los atletas que tenían mucho riesgo de contraer enfermedades diarréicas a causa de la comida, que no podían beber agua porque era muy mala y que la altura de México era excesiva. Todo esto causó que países como Japón, Alemania e Inglaterra trajeran buques que anclaron en las costas de Acapulco, cargados de alimentos y agua. Parte de mi tarea era convencer a los representantes de los países que esa propaganda contra México era falsa, ya que de ser cierto, los mexicanos ya no viviríamos. Posteriormente, se convencieron que el menú que se servía en los comedores era de primera calidad, y como anécdota puedo contar que el abanderado de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas al darse cuenta de la exquisitez de nuestras frutas, después de la comida, se llevaba dos pencas de plátanos a su dormitorio; lo más curioso es que como no los conocía se los comía con cáscara al igual que la piña''.
Ante el desprestigio que se le había dado a México por el movimiento estudiantil de ese año y los anteriormente anota- dos, el doctor Zavala reconoció que se cometieron errores que nunca se dieron a conocer para no aumentar el desprestigio de nuestro país. Recordó <169>que durante una prueba de decatlón, al momento de que un atleta realizaba un lanzamiento de jabalina, los fotógrafos y camarógrafos se acercaron demasiado, tanto que la jabalina cayó sobre uno de ellos, la cámara lo protegió, pero aun así alcanzó a clavársele en el cuerpo. Otro caso fue el de un luchador al que le fracturaron la mandíbula; se operó, nada más que el médico que realizó la cirugía, al abrir, se dio cuenta que se había equivocado de lado, pero a pesar de estos casos todo salió bien''.
Asociación de Medicina del Deporte
La Asociación de Medicina del Deporte se crea como un grupo de médicos y estudiantes de medicina que se capacitaron para los XIX Juegos Olímpicos, debido a que en ese momento se carecía de material humano especializado para cubrir el evento, razón por la cual, las autoridades universitarias, y en especial la Facultad de Medicina, fueron designadas para tal fin.
A partir de ese momento se imparte la cátedra de Medicina del Deporte como materia optativa en la FM, participando con ello en la formación multidisciplinaria de esta área y que es impartida, desde entonces, por el doctor Juan González Zavala.
Con estas bases es que se crea la Asociación de Medicina del Deporte, de acuerdo con los reglamentos universitarios y civiles. Desde su creación da cabida a una gran variedad de disciplinas relacionadas con las actividades deportivas, considerando que con ello se fortalecen y amplían los conocimientos científicos de la metodología del entrenamiento y de las ciencias relacionadas con el deporte, además de profesores de educación física, entrenadores, terapistas físico y atletas.
Creada la Asociación, sus integrantes propugnan por la creación de la especialidad de Medicina del Deporte en la UNAM, realizan actividades a nivel pregrado, posgrado, semanas académicas, conferencias, seminarios, actividades asistenciales y de investigación.
Posteriormente, con el apoyo del maestro José Laguna, se funda la pasantía de medicina del deporte, la cual ayuda a más de diez instituciones que solicitaban pasantes con especialidad en medicina del deporte, proyecto que encabezó nuestro entrevistado y durante el cual dirigió unas 700 tesis sobre todos los deportes. A partir de tareas como ésta, el doctor Juan González fundó la especialidad en Yucatán, Guadalajara, Guanajuato, Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa y San Luis Potosí.
Coordinación de Medicina del Deporte
Posteriormente se fundó la coordinación de Medicina del Deporte, que promueve el deporte recreativo y competitivo entre la comunidad universitaria, académicos y alumnos; busca fomentar una buena salud física y mental que forme una dinámica estudiantil congruente con las necesidades académicas de la FM; realizar actividades que favorezcan las relaciones de apoyo y de equipo, con un perfil psicológico individual y de grupo donde se pugne por la puntualidad, disciplina, espíritu de colaboración, de lucha, de sacrificio y de lealtad; se busca el desarrollo de una ética personal y deportiva, el logro de un equilibrio físico y mental y la motivación para tener un espíritu triunfador. Asimismo, promueve deportes como el basquetbol, el beisbol, el futbol rápido, la gimnasia rítmica, la natación y el voleibol, entre otros.
Desde 1967 surgió el curso de medicina del deporte y terminadas la Olimpiada se llamó Semana Cultural Académica de Medicina del Deporte, como materia optativa con seis créditos; al respecto, agregó el doctor Zavala: ``si no das créditos no asisten; en su inicio yo daba todos los temas, después continuaron los alumnos y algunos profesores de la FM, pues resulta que cada vez los muchachos piden más. Al principio se daba un curso al año y ahora se dan cuatro ?en marzo, junio, septiembre y diciembre?; damos más porque hay mucha demanda. Los cursos se imparten en dos turnos, mañana y tarde, a los que asisten de cien a 250 alumnos. Los muchachos participan y fi- nancian este curso y, en agradecimiento, se realiza una cena que se paga con una cuota que ellos dan; cabe señalar que muchos de los muchachos dan clase, porque los exhortamos para que no se pierdan en el juego, y que cultiven su cuerpo, que estudien la carrera o dicten conferencias.
``El departamento organiza los torneos internos de la FM, donde participan hasta 80 equipos de futbol soccer; de los cuales los tres primeros lugares constituyen la selección de la Facultad. Detectamos talentos y de ahí sacamos a los jugadores que portarán el uniforme oficial de la FM. Además, tenemos un total de 12 actividades; entre ellas hacemos la función de ludoteca, donde prestamos un balón por cada 10 jóvenes, dando servicio a un promedio de dos mil a tres mil muchachos al año; no es mi función, pero qué hago si ellos no tienen a dónde ir; además, realizamos exámenes médicos para que puedan ingresar a la alberca olímpica de CU; de éstos, aplicamos un promedio de 400 exámenes al año''.
Comentó que desde su fundación, el departamento fue apoyado e impulsado por el doctor Raoul Fournier, de quien dijo: ``él nos ayudaba mucho, asistía a los juegos y a la comida que hacíamos; otro profesor que dio apoyo fue el doctor José Laguna, quien ayudó para que posteriormente se constituyera la maestría, la cual tiene ocho años impartiéndose; nos costó mucho trabajo, porque nadie cree en las nuevas especialidades, todos se van a las especiali- dades tradicionales como ginecología y pediatría, y no tanto a medicina del deporte, pero este es un recurso que le hace falta al país''.
CESECED y otros Centros
Después de las Olimpiadas, la UNAM establece cuatro unidades de medicina de rehabilitación, una en la alberca, una en el frontón cerrado, una en el estadio y una en la ENEP-Iztacala, para que los atletas sean atendidos, principalmente los seleccionados y los jugadores de futbol americano.
El doctor Juan González Zavala también fundó el Centro de Estudios de Enseñanza para Entrenadores (CESECED), gracias al apoyo de los doctores ya mencionados, además de los doctores Octavio Rivero Serrano e Ignacio Chávez. Este centro nace con la idea de formar recursos desde el punto de vista técnico para la enseñanza del deporte.
En dicho centro el alumno cursa especialidades deportivas durante dos años; ``si cursas remo, sales especialista en remo o basquetbol u otro deporte, según sea el caso. El centro se formó al darnos cuenta de las deficiencias con las que salen los profesores de educación física. Para entrar se necesita un nivel académico; es decir, se presenta como una opción para los estudiantes que por alguna razón no pueden terminar sus estudios; entonces, si es jugador y cursa aquí tiene la oportunidad de desempeñarse posteriormente como entrenador.
A nuestro entrevistado se le otorgó en 1994 el Premio Alfonso Pruneda por su labor dentro de la Medicina del Deporte y en el deporte universitario.
Finalmente, el doctor Juan González Zavala nos dice que no tiene otro pasatiempo más que el de ser entrenador, actividad que le sigue llenando de orgullo.