Museo de Anatomía
El Aleph del Cuerpo



Los primerizos, todos llevan el mismo camino, toman la rampa hasta su fin para continuar por la escalera hasta el cuarto piso, donde inmediatamente la luz de un Aleph guiará su carrera de principio a fin. Dice a su postre: ``Posición zoológica de la especie humana, Reino -animal; Phylum -Chordata; Subphylum -vertebrata; Clase -Mammali; Subclase -Eutheria; Orden -Primate; Suborden -Bimanos o antropoidea; Superfamilia -Hominoidea; Familia -Hominidad; Género -Homo; Especie -Homo sapiens; Raza -Caucásico, europeo o raza blanca; Etíope, africano o raza negra; Malayo, polinesio o raza cobriza; Mongol, asiático o raza amarilla y Americano o raza roja. La figura muestra un hombre erguido, de frente al observador, con las palmas de las manos volteadas hacia fuera y la mirada horizontal, dejando ver todas las dimensiones del cuerpo.

Comienzan su recorrido, la ontogenia que muestra la anatomía desde el nacimiento, con sus estructuras pequeñas y posiciones diversas. Cortes de fetos en bloques y de cabeza, así como de sus huesos. Sigue la osteología que estudia desde el exterior hasta el interior de los huesos, formas, detalles, tamaños, hasta sus accidentes; su relación con las articulaciones fibrosas, cartilaginosas y sinoviales. Los músculos, la miología que estudia este tejido, desde su clasificación hasta su función. Al fondo, dos esqueletos dentro de una vitrina con alteraciones en su desarrollo, representando los posibles límites de nuestra estatura. Un enano acondroplásico y un gigante, probablemente acromegálico. Enseguida, el tronco con todas sus partes, tórax, pulmones, corazón, normal y fetal. Miembros inferiores, hueso y músculos; el sistema neuronal presenta un encéfalo con médula espinal, incluyendo la resina para su conservación.




La segunda sala muestra, de una manera más convencional, el cuerpo; dividiéndolo en segmentos, cabeza y cuello, con todas sus re-giones y subregiones; el tronco, dividido en abdomen y tórax, con su sistema nervioso, vascularización, inervaciones, huesos y músculos, así como sus articulaciones y el resto de los órganos que lo componen: ojo, boca, oído, etcétera; miembros superiores e inferiores, más una sección de anatomía comparada, que no pretende estudiar animales sino seguir las fuentes evolutivas hasta llegar al hombre.

Como dijera Jorge Luis Borges: ``El Aleph, ...el lugar donde están, sin confundirse, todos, ..., vistos desde todos los ángulos...'', de esta manera podría observarse el Museo de Anatomía de la Facultad de Medicina, del cual no existe otro igual hasta el momento, ya que sus muestras se basan en la anatomía normal y no en la patológica (salvo en casos excepcionales), como es el caso de algunas otras instituciones. Ante tal hecho, la doctora Georgina Montemayor, encargada del Museo, permitió a la Gaceta realizar un recorrido por este centro destinado al conocimiento.

La vitrina de los dos esqueletos es la más solicitada del Museo, comentó la doctora Montemayor; ``llama la atención de todos los visitantes, pues muestra los extremos de desarrollo que define o representa las diferencias culturales. En otras condiciones, por ejemplo en Estados Unidos, un esqueleto como el del gigante, no representaría nada frente a uno que fuera de un jugador de la NBA, donde esta estatura es común''. La estatura del hombre se encuentra regulada por la osificación de los cartílagos que permite el aumento de tamaño de los huesos; gracias a este proceso es que se da el crecimiento. El otro esqueleto, también dentro de dicha vitrina, representa a un enano acondroplásico; a de privativo, condro de cartílago y plásico de forma, el cual muestra un problema de osificación temprana que no le permitió crecer.




Existen varios tipos de enanos, el que carece de la hormona del crecimiento presenta huesos y cráneo pequeños; este problema actualmente se trata inyectando una hormona sintética al cuerpo; en tanto, que el segundo tipo, es el clásico como el de los enanos de circo, en los cuales la osificación resulta temprana y la cabeza sigue creciendo. Este tipo de enano es al que representa el de la vitrina; mientras que en el caso del gigante, sucedió lo contrario, la osificación se dio tardíamente.

En la segunda sala, otro punto de atención lo constituye el área de anatomía comparada, donde se muestran cabezas de bovino, equino y de mono araña, que muestran el mismo número de huesos que el cráneo humano. La coordinadora del Museo aseveró que el objetivo de la pequeña muestra permite al visitante ver cómo han evolucionado algunas estructuras corporales del hombre; asimismo, da la oportunidad de precisar la cercanía que tiene el hombre con especies como las del mono, pues muestra las diferentes disposiciones de la región olfatoria: en unas más cortas que en otras, así como la posición de los ojos, ``que en nosotros se encuentra al frente, como en el mono araña; y no a los lados, como en los equinos o bovinos'', añadió. Esta vitrina se acompaña de encéfalos de rata y cortes cefálicos de tiburón.

Historia

Los orígenes del Museo se remontan a las salas de material de apoyo para profesores, recordó la señora Lidia Velazco García, encargada de realizar los servicios de asistencia para los estudiantes del museo, ``el lugar era más reducido que esto, se ocupaban las aulas 406 y 407; posteriormente, el doctor Salvador de Lara, en su época de jefe, pidió las vitrinas en funciones a la ahora Dirección de Obras y Servicios Generales de la UNAM, y en los años ochentas se inaugura lo que hoy conocemos como el Museo de Anatomía. El servicio de préstamo a profesores se continuó dan-do, pero posteriormente este material fue trasladado al quinto piso, donde se encuentra actualmente''.

Por su parte, el doctor Salvador de Lara comentó que anteriormente, al no existir las resinas, los modelos se fabricaban en cera y yeso, provocando constantes pérdidas de piezas, tanto por ruptura como por ``robo'' de las mismas. Tal hecho provocó, en aquel entonces, la reorganización física y funcional de dicho material, porque no sólo los estudiantes solicitaban el material, ya que con el tiempo, gente que no era de la Facultad, las requería, agregó. Así, teniendo como antecedentes estos elementos, el doctor Salvador de Lara pensó en darle difusión al conocimiento anatómico, lo que atribuyó al origen del Museo. En opinión de la doctora Montemayor, encargada del Museo de Anatomía, la importancia de este Museo radica en que la población en general requiera de conocer el cuerpo humano, el cual puede ver y tocar, lo que sin duda mejora el conocimiento, incluso de ellos mismos.

Piezas Francesas

Cabe mencionar que el Museo de Anatomía cuenta con una importante colección de piezas de cera francesa del siglo pasado, únicas en nuestro país. Dichas piezas fueron encargadas por el doctor Leopoldo Río de la Loza director de la Escuela de Medicina, de aquel tiempo a la Escuela de Medicina de París 1873, y que fueron realizadas por el artista T. Vasseur. Ante las necesidades de seguir actualizando la biblioteca y la compra de equipo médico y quirúrgico, el doctor Río de la Loza pensó en adquirir material didáctico que permitiera a los alumnos una mejor formación. Así, las piezas francesas arriban al puerto de Veracruz, a bordo del vapor ``Ville de St. Nazaire'', a finales del mes de junio del año siguiente, cuando desafortunadamente el doctor Río de la Loza había fallecido; en su lugar, las recibe el nuevo director, el doctor Rafael Lucio. En aquella época el costo de las piezas ascendió a 4 mil 261.71 francos, los cuales fueron objeto de discusión porque originalmente el cargamento enviado por el representante de México en Francia, el señor Juan González Asúnsulo, había dirigido los objetos equivocadamente a la Escuela Nacional Preparatoria, a la cual se le pedía cubrir el importe.




Con el material francés en México, las enfermedades dermatológicas fueron objeto de minuciosos estudios a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX. No es difícil pensar que siendo las lesiones visibles, el diagnóstico progresara a mayor velocidad que con el que lo hacía de las enfermedades de los órganos internos. En aquel tiempo, la Escuela de Medicina orientaba a la enseñanza fundamentalmente hacia el conocimiento clínico, pero no siempre se disponía de los enfermos para estudiar una enfermedad en particular, y menos aún una gran variedad de males relacionados entre sí. Luego entonces, se empleaban modelos de cera que reproducían las lesiones con gran fidelidad.

En 1874 el mundo se encontraba con una gran efervescencia intelectual, cuando derrocado el segundo imperio y restablecida la República, se pudo combinar un nacionalismo científico con la posibilidad de acceso a la ciencia europea.

Las piezas, objeto de nuestro reportaje, además de ser una obra de arte, muestran fielmente la situación patológica de la época y los estragos que puede causar la industrialización. Los modelos de cera resultaron un catálogo donde se podía y se pueden consultar tumores y degeneraciones, lesiones patológicas de huesos, corazón y vaso, cálculos diversos, patologías pulmonares y urinarias, entozoarios, ovología y embriología, oftalmología, feratología, heridas, aneurismas, atrofias e hipertrofias, dermatosis y quistes, entre otras patologías. Una parte de este juego de piezas se muestra en el Palacio de Medicina y otra en el Museo de Anatomía; en este último, se pueden encontrar piezas normales, sin patología, de miembros inferiores y superiores, así como cien ojos que presentan diferentes anormalidades.




Técnicas de Conservación

La exhibición de modelos se encuentra clasificada en: modelos de plástico o resinas, las cuales se adquirieron hace tiempo con empre-sas norteamericanas y alemanas; y otro, los biológicos u óseos. Estos últimos los trabaja el departamento de Anatomía especialmente para el Museo a través de sus talleres de plásticos y esqueletopexia (conservación ósea).

Las técnicas utilizadas para conservar las piezas son principalmente la técnica de carbowax, la técnica de gliserinado para las articulaciones y la técnica para la conservación del material óseo. El material de este tipo con que cuenta el Museo se rescata de los ca-dáveres de disección, que una vez trabajados en su totalidad son enviados al taller de conservación, donde es retirado todo el tejido blando que pudiera quedar.

Cabe resaltar que en estos talleres se realizan investigaciones para la conservación de las piezas, principalmente cuando son especiales, como es el caso de las ceras del siglo pasado, donde se probaron varias téc-nicas. Al respecto, la doctora Montemayor comentó que la técnica utilizada en las piezas de cera, dada su antigüedad, es muy especial, hasta el grado de tener que recurrir a la contratación de conservadores especializados en piezas religiosas, ya que éstos son los únicos que conocen la técnica; ``además, agregó, el elevado costo provocó que el departamento hiciera una investigación minuciosa al respecto, obteniendo beneficios y mayores resultados para el Museo".

Servicios

El Museo de Anatomía, en su primera sala, cuenta con exposiciones temporales y tiene como objetivo principal tratar los temas que en ese momento marca el plan de estudios de la carrera, a fin de que los jóvenes asistan al Museo a complementar la información del profesor. Además, el Museo cuenta con servicios de apoyo y aprendizaje, como son: exhibición permanente de modelos anatómicos biológicos y naturales, modelos interactivos, sala de estudio, proyección de videocintas, préstamo de diapositivas y visitas guiadas.

Los juegos interactivos, comentó la doctora Georgina Montemayor, son muy solicitados por la ayuda que proporciona al estudiante en general. Ellos permiten trabajar correlacionando elementos anatómi-cos con sus respectivos nombres o sólo ayudan a conocerlos y situarlos. El Museo en su totalidad toma la función de sala de estudio, por su diseño y fácil acceso a las bancas, permite al estudiante desarrollar el estudio con tranquilidad. El acervo de diapositivas está integrado por imágenes rescatadas de los principales libros que marca la bibliografía básica de la asignatura, constituyéndose con 10 series de Lockhart y Hamilton, 10 series de Grays y Mayo Gross, 5 series de Metter y de L. Barr, todas a disposición de los alumnos.




El servicio de videocintas cuenta con 21 películas, que originalmente se encontraban en formato super-8 y que al actualizarse el Museo, se transfirieron a videocinta. Los temas grabados se refieren a la neuroanatomía, órganos de los sentidos y su sistematización, sistema nervioso periférico, pares craneales, cráneo, cara, cuello, eje vertebral, raquis y pelvis, región cutánea, muslo y rodilla, pierna, pie, garganta, arterias, venas y nervios, paredes del tórax y diafragma, glándula mamaria, aparato respiratorio, corazón, hombro, axila, brazo, codo, antebrazo, muñeca, mano, mediatino, cortes de tórax, paredes del abdomen y pelvis, abdomen inframesocó-lico y supramesocólico, yeyuno e ileón, colón, peritoneo, esófago abdominal, estómago, bazo, región celiaca, hígado y vías biliares, duodeno y páncreas, retroperitoneo, glándulas suprarrenales, recto, aparato geni- tal masculino y femenino y muchos otros temas.

Visitantes

Durante 1996, el Museo de Anatomía recibió 3,505 visitantes y 101 peticiones de diversas instituciones para visitas guiadas. Al respecto, la señora Lilia Velasco co-mentó que los visitantes varían en edad y grado escolar, pues asisten desde niños de kínder hasta estudiantes de otras profesiones.

La señora Lilia Velasco apuntó que todos los visitantes expresan admiración y entusiasmo al entrar al Museo, especialmente los pequeños, de los cuales re-cordó: "se alegran cuando se les presta el material óseo para que lo conozcan, toquen y manipulen". La señora Lilia ha sido fiel testigo de generaciones egresadas de la Facultad, pues algunos asisten al museo desde la preparatoria, o desde su primer día de clase de anatomía, hasta el día que regresan por su carta de no adeudo de material, requisito necesario para la titulación. Por su parte, la doctora Montemayor agregó que las visitas guiadas varían de acuerdo con el nivel e interés del visitante, ``algunos piden temas específicos, mientras que a otros se les explica todo'', señaló.

Actualización

Finalmente, la doctora Georgina Montemayor aseveró que la necesidad de actualizar el museo, y la preocupación por atender las necesidades educativas de los estudiantes en esta asignatura de anatomía, los ha llevado a tratar de incorporar todos los recursos educativos y tecnológicos posibles, como son los programas anatómicos por computadora, que se encuentran en el departamento de Cómputo de la FM. Su afán por difundir la riqueza del Museo también ha llevado a desarrollar un presentador, el cual pretenden llevar en sus viajes por la República para dar a conocer el trabajo realizado en FM.