Su desempeño en el servicio social los llevó a obtener dos importantes premios
Mariana Zendejas Villalpando y Jesús Emmanuel Rosas Nava, médicos recién egresados de esta Facultad de Medicina, fueron merecedores, por su destacada labor en el servicio social, primero, al Premio al Servicio Social “Dr. Gustavo Baz Prada” 2005, el pasado 7 de diciembre, y después, al Premio Nacional de la Juventud en la categoría de Labor Social, el pasado 12 del mismo mes.
Estos entusiastas universitarios, en una amena y larga charla, hablaron de la actividad que desarrollaron durante el último año de su preparación médica, donde dejan ver que la voluntad, el entusiasmo y la capacidad de acción pueden llevar a realizar actos ejemplares para las generaciones que les siguen. Cabe destacar que el Premio de la Juventud es entregado a quienes por su conducta o dedicación al trabajo o al estudio causen entusiasmo entre sus contemporáneos y sean considerados ejemplos estimulantes para crear y desarrollar motivos de superación personal o de progreso de la comunidad. Ese galardón es el máximo reconocimiento que entrega el Estado Mexicano a la juventud, y ellos recibieron diploma firmado por el Presidente de la República, medalla y roseta de oro, así como un estímulo económico de ciento veinte mil pesos por el proyecto que presentaron como Grupo “DR. CAMACHI”. Además de dichos premios, por haber construido dos Casas del Médico y un espacio para cómputo en zonas marginadas de Zacatecas, la Secretaría de Desarrollo Social, por conducto del Programa Jóvenes por México, les otorgó el Reconocimiento Nacional al Servicio Comunitario 2005. Y el Instituto Mexicano del Seguro Social, mediante el Programa IMSS-Oportunidades, les entregó un reconocimiento por su gran espíritu de gestión y responsabilidad durante su servicio social. — ¿Cómo empezaron
su proyecto? La doctora Zendejas Villalpando desarrolló sus actividades sociales en Ermita de Guadalupe y el doctor Rosas Nava en La Gavia. Después de un par de meses, cuando se dieron cuenta estaban desarrollando el proyecto “La organización comunitaria a nivel rural: Pilar del crecimiento y desarrollo de las regiones marginadas”, el cual realizaron con el equipo de salud, los habitantes de las comunidades mencionadas, autoridades e instituciones. — ¿Qué fue lo
que encontraron en esas comunidades? También destacaron la importancia de que las comunidades participan en forma organizada en el análisis, jerarquización de riesgos y planeación, para actuar sobre las causas y consecuencias de los daños a la salud, y más tarde en la evaluación periódica de procedimientos, compromisos y resultados. Uno de los componentes de la población que requiere una atención especial son los adolescentes. La piedra angular de la medicina actual radica en la prevención, es indispensable promover el saneamiento básico, encaminado a eliminar condicionantes en la comunidad que afecten la salud de sus habitantes. Las motivaciones fundamentales para ésas y otras reflexiones tienen como propósito el mejoramiento de las relaciones de los miembros del equipo de salud, con el fin de influir en la comunidad para lograr un bien común: su salud, apuntaron los galardonados. — ¿Cuál fue
su objetivo principal? Para la consecución de este objetivo, identificaron el problema y desarrollaron un programa (metas, metodología y estrategias de solución).
Durante su servicio social, los integrantes del Grupo “DR. CAMACHI” realizaron en su unidad médica rural respectiva todas las acciones del ámbito médico: Consultas, aplicación de vacunas, control prenatal, valoraciones del estado nutricional en todos los niños de las comunidades a cargo, adecuado control de las enfermedades cronicodegenerativas, saneamiento básico, salud ginecológica y orientación en metodología anticonceptiva, atención y orientación a los adolescentes, vacunación antirrábica, y salud bucal; así se mantuvieron saludables sus comunidades y cumplieron con los estatutos del Programa IMSS–Oportunidades, además de realizar un protocolo de investigación en cada una de sus unidades médicas rurales sobre las enfermedades que tuvieron mayor impacto. Estas actividades extras representaron un esfuerzo mayor y no se enfocaron únicamente a la consulta médica; lo ideal sería que todos los pasantes realizaran una serie de actividades en pro de sus lugares de trabajo, para que día a día mejoraran las comunidades más marginadas de nuestro país. — ¿Cuáles fueron
los beneficios para la comunidad? — ¿Cómo fue
la respuesta de la comunidad? En la comunidad de La Gavia se construyó la Casa del Médico. También se creó un espacio físico para la formación de un centro de cómputo, a fin de brindar servicio a la comunidad, de especial importancia para los adolescentes; se contó con el apoyo del Programa IMSS–Oportunidades. Al ver los resultados, la comunidad les solicitó la realización de gestiones en la Presidencia Municipal para la introducción del drenaje en La Gavia, así como el mejoramiento del camino que lleva a esta población, a Los Ríos y a La Labor (comunidad que pertenece a la Clínica de Ermita de Guadalupe), para tener una mejor vía de acceso al hospital en caso de una urgencia médica y mejorar así su calidad de vida. Se logró el acercamiento a los adolescentes por medio de las pláticas semanales en los valores, autoestima y salud reproductiva; este acercamiento se hizo extensivo a los miembros de este grupo etario de la Zona VI Tlaltenango, al participar como coordinadores en el Primer Encuentro Regional de Adolescentes. La Presidencia Municipal reanudó obras de drenaje y alcantarillado. Se crearon diez empleos derivados de las construcciones realizadas. Se logró que la comunidad se organizara y trabajara en equipo para obtener un bien común y, de este modo, mejorar sus condiciones de vida y de salud. — ¿Qué les dejó
esta experiencia profesional? “Al tener una problemática en común en nuestra zona, tuvimos la capacidad de trabajar en equipo, a pesar de encontrarnos en diferentes unidades médicas, con la finalidad de mejorar nuestras comunidades y, con esto, la Zona. “Esta experiencia nos hizo crecer tanto personal como profesionalmente. El cariño, el respeto y la confianza de la gente se ganan con trabajo y responsabilidad. “El realizar el servicio social no es solamente agradecerle al país y a nuestra Universidad por la educación que nos brindó, sino es ser parte de la comunidad, entender sus problemas y sus necesidades y, en la medida de lo posible, ayudarlos a salir adelante.” Finalmente, estos médicos entusiastas quisieron agradecer el apoyo de las comunidades donde trabajaron y le pusieron a su proyecto DR. CAMACHI; ellos mismos explican: “El origen de la palabra proviene del Municipio de Jerez de García Salinas, Zacatecas, particularmente de la comunidad de La Gavia; las personas que por primera vez la emplearon fueron dos promotoras de salud y la auxiliar de área médica suplente de dicha comunidad, y quiere decir: DR., por los doctores pasantes, CA y MA, iniciales de las promotoras de salud de nombres Carolina y Maribel, esta última posteriormente se convertiría en asistente rural de salud de la comunidad de La Gavia; CHI, por la auxiliar de área médica, mejor conocida por toda la comunidad como ‘La China’; así surge ‘DR. CAMACHI’, por el respeto y la admiración que como voluntarias, asistentes rurales de salud y auxiliares de área médica, nos merecen, porque sin su gran apoyo, nuestro proyecto no hubiera podido verse realizado, ya que todas ellas son de la comunidad, trabajan para ella y fueron el enlace que como médicos tuvimos para acercarnos a la comunidad. “Ellas siempre estuvieron impulsándonos, motivándonos y apoyándonos para realizar los proyectos que teníamos en mente, y al ver todas las dificultades que se presentaron, fueron las primeras en darnos su apoyo para seguir adelante como equipo, siendo soporte unos de otros, por lo que consideramos que bien se merecen este homenaje, no sólo por la promotora, la asistente y la auxiliar de área médica mencionadas previamente, sino de manera simbólica por todas las personas que colaboraron para la realización exitosa de dicho proyecto.” Cabe destacar que la inquietud de estos jóvenes médicos los llevó a ingresar a la Fundación Mexicana de Fomento Educativo para la Prevención y Detección Oportuna de Cáncer de Mama, A. C., perteneciente al Instituto de Enfermedades de la Mama, de reciente creación. Su función como médicos en la institución mencionada es continuar con una labor social, al acudir a diferentes delegaciones a prestar sus servicios de primer contacto, donde se realizan mastografías de manera gratuita a personas de bajos recursos y, por tanto, con menor acceso a los servicios de salud, con objeto de prevenir de manera oportuna dicha enfermedad, además de sensibilizar y educar a la población para detectar los factores de riesgo que predisponen a este padecimiento. |