La medicina contemporánea: testimoniales
“No es suficiente tener el título de médico, se requiere ahora de una certificación por parte de un grupo que está calificado para ello, y esto requirió una organización por parte de los médicos y de la Academia Nacional de Medicina. Cuando se promulgó la Ley General de Salud en 1984, se le dio a la ANM la tarea de iniciar los consejos de certificación de las especialidades médicas”, éste fue el panorama que dio el doctor Guillermo Soberón Acevedo al cerrar el ciclo de conferencias magistrales de “La medicina contemporánea: testimoniales”, evento que pretendió ofrecer a los alumnos de primer ingreso las experiencias de los médicos forjadores de las ciencias de la salud con el propósito de orientar su formación y práctica futura. En su ponencia “La medicina y el médico del mañana”, el rector de la UNAM en el periodo de 1973 a 1981, y que en su rectorado promovió la creación de las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales (ENEP), indicó que existen 50 consejos registrados, que son organismos evaluadores de médicos que aspiran a una especialidad.
Teniendo como marco el auditorio “Dr. Raoul Fournier Villada”, el ex coordinador de los Servicios de Salud de la Presidencia de la República Mexicana habló de las nuevas tecnologías aplicadas en el campo de la medicina, como es el caso de la telemedicina. De acuerdo con el doctor Soberón, la telemedicina es el uso de las telecomunicaciones para el diagnóstico médico y atención al paciente. Además, esta innovación implica el uso de la tecnología de las comunicaciones como un medio para llevar servicios médicos a lugares remotos. La telemedicina comprende tres objetivos: ayuda para el diagnóstico, control a distancia y colaboración en tiempo real para el manejo del paciente a distancia. Esta tecnología abarca desde el uso del servicio telefónico estándar, hasta la transmisión a alta velocidad y con amplio ancho de banda de señales digitalizadas, utilizando computadoras, fibra óptica, satélites y software sofisticado. El ex secretario de Salud (durante el sexenio 1982-1988) destacó también que la telemedicina contribuye al diagnóstico del paciente o el uso de bases de datos en línea (on-line). Asimismo, permite la transmisión de información del enfermo como electrocardiogramas, radiografías, datos clínicos y bioquímicos. Y finalmente que un médico pueda observar y discutir los síntomas de un paciente que está siendo asistido por un colega a distancia. La telemedicina es un recurso que permitirá el desarrollo de la enseñanza y el aprendizaje a distancia, porque ofrece que varios médicos y estudiantes adquieran simultáneamente conocimientos, elimina los costos que involucra el traslado físico de los educandos a los centros de capacitación de nivel internacional y no interfiere con la actividad habitual de los participantes. Galardonado en 1976 con el grado de Doctor Honoris Causa en la Universidad de Wisconsin y reco-nocido con el Premio Nacional de Ciencias en 1980, el doctor Soberón afirmó que en el año 2000 las enfermedades del rezago, como la desnutrición, disminuyeron considerablemente. “En cambio, los padecimientos cardiovasculares y los metabólicos, como la diabetes y las neoplasias malignas, han aumentado. Pero en la actualidad se tiene el problema de ‘la doble carga’, porque no hemos logrado terminar completamente con las enfermedades del rezago y ya tenemos las crónicas, que son propias de personas de edad avanzada”, indicó. Presidente de la Academia Nacional de Medicina en 1973, director del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM en 1965 y presidente de la Sociedad Mexicana de Bioquímica, el doctor Soberón puntualizó que el principal reto del sector salud es erradicar el rezago epidemiológico; 40 millones de mexicanos se encuentran en pobreza extrema y en ellos, las enfermedades del rezago, como las infecciones y la desnutrición, se dan en forma más aguda. “Ya existe la metodología de cómo poder superar estos problemas, pero se requieren recursos para hacerlo. Se necesita mayor educación de las personas, enfoques logísticos y esa tarea será en buena parte para la fuerza médica”, señaló. Finalmente, el actual presidente ejecutivo de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) indicó que el Programa Nacional de Salud contempla la calidad como uno de sus principales retos. “Significa que no es suficiente que existan hospitales, sino que funcionen bien, por medio de buenos recursos humanos que estén acreditados, evaluados y vigilados. En la actualidad no sólo se acredita a los hospitales y a los médicos, se acreditan también las escuelas de medicina, para que estén en la posibilidad de cumplir con su función social”, concluyó. EL doctor Guillermo Soberón Acevedo nació en Iguala, Guerrero. Estudió la carrera en la Escuela Nacional de Medicina, donde recibió el título de médico cirujano en 1949. Obtuvo el grado de doctor en Fisiología en la Universidad de Wisconsin en 1956 y ejerció la cátedra en la Facultad de Medicina de la UNAM desde 1958. Ha sido distinguido con varios reconocimientos, entre los que se encuentran: Premio de la Academia de la Investigación Científica en 1965, Premio “Elías Sourasky” en 1968, y Premio “Luis Elizondo” en 1974. |