Reconocimientos a los trabajadores administrativos de 25, 28, 30 y 35 años de labores
64 trabajadores administrativos recibieron medallas y diplomas
En un ambiente festivo y de camaradería los trabajadores de la FM recibieron de manos del doctor Enrique Gijón Granados, secretario general, y de otros funcionarios administrativos, como el contador público Fernando García de León, coordinador de Desconcentración Administrativa, el licenciado Armando Barbosa Calderón, jefe del departamento de Gestión Administrativa, y el licenciado César Andrade Rodríguez, jefe del departamento de Personal de la FM.
Al hacer uso de la palabra, el doctor Enrique Gijón Granados, en representación del doctor Alejandro Cravioto, director de esta Facultad, dijo que el origen de la Universidad está en los estudiantes cuando contratan a los profesores para que impartan clase; sin embargo, con el paso del tiempo, su desarrollo y crecimiento, se encuentra que su binomio de estudiantes-profesores requiere de la participación y del apoyo de otro personal, el trabajador universitario, para integrar ahora un trinomio de trabajador universitario-estudiante-profesor, ya que las actividades se centran en el estudiante pero los tres son indispensables para constituir a la Universidad y para que ésta pueda cumplir con sus funciones sustantivas de docencia, investigación y difusión de la cultura.
Más adelante, el secretario general de la Facultad de Medicina recordó el libro Crónicas de la Facultad de Medicina tomo I, 1950-1971, en sus páginas 191, 192, 211, 220 y 235 diciendo que fue hasta 1966, en el día del empleado universitario, que la Universidad Nacional Autónoma de México entregó medallas y diplomas a los empleados que cumplieron 25 años de servicio, en una ceremonia que presidió el entonces rector, ingeniero Javier Barros Sierra. En dicho acto, el doctor Joaquín Romero Olivares, a nombre de los homenajeados, expresó que esa era una fecha significativa, puesto que por primera vez los servidores universitarios se encontraban agrupados en torno a la recientemente creada asociación de trabajadores administrativos de la Universidad; por la noche de ese mismo día se celebró El vals de la amistad, como otro acto conmemorativo que tuvo lugar en la Antigua Escuela de Medicina, en la Plaza de Santo Domingo; en ese mismo año, 1966, la modificación en la estructura durante la tarea administrativa del doctor Carlos Campillo Sáenz generó que los servicios académico-administrativos fueran promocionados por la Secretaria Auxiliar a cargo del doctor Humberto Gazca González.
El doctor Enrique Gijón también dijo que fue ese mismo año cuando surgió una profesionalización del manejo administrativo en la Facultad, por lo que aparece la Secretaría Auxiliar Administrativa a cargo del contador público Rafael Morales Coello. El 14 de agosto de 1967, el doctor Fernando Martínez Cortés asume la responsabilidad de secretario auxiliar administrativo de la Facultad en sustitución del C. P. Rafael Morales Coello; el doctor Fernando Martínez Cortés deja la Secretaría Auxiliar Administrativa el 31 de enero de 1968 y lo sustituyó el contador público José Martínez Maltos, quien participó el 18 de septiembre de 1968 en la liberación de algunos funcionarios que, cumpliendo con sus obligaciones, fueron sorprendidos en el allanamiento de la Universidad Nacional Autónoma de México realizado por el ejército, ellos fueron el doctor Juan Alvarez Tostado, secretario de Educación Médica, y el doctor Roberto Bernal, jefe de bibliotecas de la Facultad; esta situación de todos conocida terminó el 27 de septiembre cuando el licenciado Luis Echeverría, secretario de Gobernación, declaró que la orden de desocupación estaba dada a solicitud del rector, ingeniero Javier Barros Sierra; la entrega de las instalaciones ocurrió el 30 de septiembre a las 12:30 horas y la realizó el comandante de la tropa ante autoridades de la UNAM.
Al continuar, el titular de la Secretaría General de la FM expuso que el estatuto del personal administrativo al servicio de la Universidad Nacional Autónoma de México dice en su artículo 4o. que el personal administrativo lo forman los trabajadores al servicio de la Universidad. Trabajador es toda persona que presta a la Universidad servicios materiales, intelectuales o de ambos géneros, en virtud del nombramiento respectivo; el hecho de figurar en una nómina de pago de la Universidad dará efecto al nombramiento. Además, señaló que dicho estatuto en su artículo 6 señala que el personal administrativo se divide en tres grupos, trabajadores de confianza, trabajadores de base, trabajadores temporales y por obra determinada; y, en su artículo 29, señala entre otras cosas, como días de descanso obligatorio el 1o. de enero, el cinco de febrero, el 21 de marzo, el 1o., 5 y 15 de mayo, y el último sábado del mes de junio, dedicado al trabajador universitario; y que en su artículo 56, también señala que la Universidad reconoce la intervención de sus trabajadores en la administración universitaria a través de sus representantes en el Consejo Universitario.
Al finalizar su intervención, el doctor Enrique Gijón Granados dijo que la vinculación de los trabajadores con el proyecto del Plan de Desarrollo de la Universidad 1997-2000 es clara, tomando en cuenta que este plan es la visión para el nuevo milenio y presenta la imagen de la Universidad que deseamos tener, basada en principios rectores que sustenten esta misión, con una buena estrategia que permitirá a nuestra casa de estudios seguir siendo la mejor institución educativa de México, donde los marcos de referencia serán las entidades académicas y administrativas.
El plan, dijo, debe ubicarse en el contexto mundial y nacional, en la era del conocimiento que caduca cada 20 años, hecho que conforma un nuevo orden económico y social donde se requiere contar con grupos eficientes. México comparte los problemas de los países en desarrollo y no puede quedarse al margen de los avances del conocimiento en un mundo cada vez más competitivo.
Los principios rectores del Plan de Desarrollo, continuó, establecen que la Universidad es una institución nacional, dado que es un institución pública; la Universidad es una institución autónoma que tiene un compromiso social y está obligada a mantener un liderazgo académico en la docencia, en la investigación y en la difusión de la cultura. La Universidad debe asegurar que la formación que se imparte se caracterice por la solidaridad social, y también para que las nuevas generaciones estén en una posición privilegiada por ser universitarios. Además, el doctor Gijón Granados explicó a los trabajadores que entre otros programas estratégicos se promoverá un proceso permanente de planeación y evaluación donde participe toda la comunidad; se fortalecerá la comunicación universitaria, el uso efectivo de los recursos a través de una reforma administrativa, ya que la administración debe estar al servicio de las tareas sustantivas de la Universidad. Se revisarán los procesos administrativos y se propiciará el diálogo con los trabajadores y sus representantes sindicales para renovar el compromiso con la institución y desarrollar una cultura laboral.
El Plan de Desarrollo debe de sustentarse en un amplio consenso y deberá escuchar las voces del pasado, del presente y del futuro; debe ser el producto del trabajo intenso, amplio y fértil con los integrantes de la comunidad universitaria, alumnos, académicos y trabajadores. Y añadió: ``Las aportaciones que vinieran de la comunidad serán tomadas en cuenta para procurar la reacción definitiva del Plan de Desarrollo, por lo que puede concluirse la enorme importancia que tiene la antigüedad del trabajador universitario y sus méritos al dedicar parte de su vida o toda su vida a nuestra Universidad, lo cual celebramos hoy con la entrega de medallas y diplomas al cumplir varios años de labor en la Universidad trabajadores con 25, 28, 30 y 35 años de antigüedad'', concluyó.
Al finalizar el acto, recibieron diploma y medalla, por 25 años de labores: Víctor Manuel Aguilar Pérez, María Bibiana Guadalupe Andrade Rodríguez, Rodolfo Arias Rocha, Pedro Barajas Martínez, José Humberto Caballero Miranda, Angélica Camargo Hernández, Félix Cano Rocha, Víctor Cortés Blanco, María de la Luz Isidra Cruz, María Estela Estrada Gutiérrez, Jorge Flores Romero, Francisco Jesús Flores Tinoco, Jorge Fragoso Gaytán, Tomasa García Gómez, María de los Angeles García Gutiérrez, Martha Gómez Ramírez, Vicente Gómez Santana, Hilda González Galindo, Efigenia González Juárez, Ignacio González Juárez, María del Consuelo González Morales, Santa González Zúñiga, María de Lourdes Hernández Estrada, Margarita de Ita Mora, Esperanza López Toro, Daniel Maldonado Rodríguez, Catalino Malváez Garatachia, Leonides Martínez Nieto, Evelia Mendoza García, José Joaquín Mendoza González, Víctor Mendoza Suazo, Irene Mendoza Ugalde, Margarita Molina Zavala, María Eugenia Morales Arizmendi, Miguel Morales Martínez, Ignacio Palacios Fuentes, Julio Parra Ruiz, Guillermina Pedroza Gallardo, Dagoberto Pérez Camacho, Reyes Rosas Cortés, Héctor Gabriel Silva García, Feliciano Sosa Jiménez, Margarita Soto Valles, Ricardo Vargas Orozco, Obdulia de la Vega Fuentes y Andrés Villanueva Cerón. Por 28 años de trabajo recibieron María del Socorro Cervantes Vilchis, Eloísa Gómez García, María Elena Gómez Lara, Margarita González Ortiz, Emma Martínez Balcazar, Lourdes Muñoz Hernández, Alicia Nieto Tinoco, Felipa Nápoles Soto y Olga Zamora Zárate. Por 30 años recibieron Sabino Rubén Alvarez Chacón, María Dolores Borgonio Valencia, Claudio García Rivera, Samuel Mora Colín, Elisa Mora López, Isabel Santana Flores y Julio Simón Nava. Finalmente, por 35 años recibieron Javier Alcántara Sánchez, Esperanza González Trejo y Francisca Linares Villegas.