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La doctora Carmela Calés,
de la Universidad Autónoma de
La doctora Carmela Calés Bourdet, de la Universidad Autónoma de Madrid, dictó la conferencia “El posgrado en Biomedicina: Una mirada desde el Instituto de Investigaciones Biomédicas y la Universidad Autónoma de Madrid hacia Bolonia“, en la que explicó las fases del posgrado en biomedicina en estas entidades. En el auditorio “Fernando Ocaranza”, la presentación estuvo a cargo del doctor José Narro Robles, director de la Facultad de Medicina, quien detalló que la doctora Calés Bourdet es una distinguida profesora titular y pertenece al Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB) “Alberto Sols” de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en España. “Es doctora por la Universidad Complutense de Madrid, fue vicedecana de investigación de la Facultad de Medicina, es profesora titular de esta prestigiada casa de estudios, y tiene un sinnúmero de actividades académicas, tanto en la parte docente como en la de formación de recursos humanos, en los cursos de pregrado y en el posgrado; lo mismo ha hecho en el campo de la investigación, tiene una amplia producción científica, y gran trascendencia en sus escritos en los campos en que se ha desarrollado, en particular, es un gran conocedora y una experta en las bases moleculares de la proliferación y diferenciación hematopoyética.” Agregó que es una estudiosa y conocedora de la organización del posgrado en los países de la Unión Europea. Por ello, dictó la conferencia, con la que el doctor Narro explicó: “Nos va a dejar conceptos y experiencias que nos van a servir y a motivar. Estoy seguro de que con este primer intercambio vamos a poder encontrar nuevas formas, y mejores modalidades para fortalecer este trabajo entre la UNAM y la UAM.” La cátedra, afirmó, es resultado de la vinculación existente entre ambas instituciones, en la que se convino el trabajo en conjunto y se estableció, entre otras cosas, la cátedra “Isaac Costero”, destinada a estimular el desarrollo de las actividades académicas. En este marco, el primero en visitar España e impartir la cátedra, en el mes de marzo, fue el doctor Ruy Pérez Tamayo, quien la dictó “... con toda la categoría, la calidad y la dignidad que él le ha puesto a todas las actividades a las que se ha dedicado”, señaló el titular de la dependencia. En esta ocasión, la entidad española seleccionó a una destacada académica para compartir sus motivaciones, su experiencia y sus intereses: la doctora Carmela Calés, quien al tomar la palabra agradeció la invitación y mostró su beneplácito por estar en México, en la Universidad y en la Facultad, de la que dijo sentirse impresionada por el amor que le profesan sus miembros. “Es un orgullo transmitir las fases del posgrado en biomedicina para verlo como un posibilidad real para interaccionar entre ambas universidades, lo que sería una enorme satisfacción. Como ha dicho el doctor Narro, esta cátedra en ciencias biomédicas y tecnología ‘Isaac Costero’ relaciona íntimamente a la UNAM y a la UAM en materia de investigación y biomedicina, puesto que su misión, tal como consta en los documentos de su creación, pretende instituir un espacio idóneo para favorecer el enriquecimiento, la innovación y el impulso de las actividades de docencia e investigación.”
Afirmó que este posgrado ha sido suscrito por los países europeos en la Declaración de Bolonia, reunión de ministros de educación en 1999 en esa ciudad italiana, y que modela y determina, de manera dramática, los títulos del grado y posgrado en todas las universidades europeas. “Este proceso de Bolonia supone un cambio estructural, no es una alianza entre universidades, no es coordinación de estudios de intercambio entre universidades europeas, sino que supone un cambio profundo en los estudios de grado y posgrado debido a que se pretende una relación estrecha para que los estudiantes y profesores puedan moverse por Europa con grados y posgrados básicamente idénticos, no en contenido, sino con el peso académico, científico y técnico, lo que implica cooperación universitaria.” Explicó que el pacto de Bolonia proviene de la movilidad estudiantil de los años setentas por medio de programas de intercambio en que los alumnos de las universidades europeas podían estudiar un curso académico entero en una universidad distinta dentro de Europa, lo que ha sido una experiencia extraordinaria, pero que hace muy difícil acoplar cursos de intercambio, “lo que también genera problemas operativos de alumnos que estudian un curso entero en una excelente universidad de Europa, pero al regresar tienen que repetir el mismo curso porque la materia, la forma, las herramientas o los instrumentos no han sido los mismos, hay rigidez extrema del ámbito universitario para adoptar las nuevas ideas que traen consigo y que podrían servir para observar las ventajas y las desventajas de otro método académico”. Por ello, a finales del siglo pasado los ministros de educación de los países de la Unión Europea mostraron interés real con reformas estructurales manifestadas en la Declaración de Bolonia. La especialista indicó: “Tiene que ser un sistema comprensible y comparable de titulaciones basado en dos ciclos: grado (3-4 años) y posgrado (1-5 años), con el establecimiento de un sistema de créditos, la eliminación de obstáculos para movilidad de estudiantes y profesores, la cooperación europea para garantizar la calidad, y la promoción de la dimensión europea en la enseñanza superior, y junto a él aparecen los mecanismos para esa armonización europea: el European Credit Transfer System (ECTS), estructura que tiene que ser aceptada por todos los miembros. “En el ECTS el profesor tiene que definir cuál es el volumen total del trabajo del estudiante y se considera aproximadamente 25 a 29 horas de trabajo en total, en las que el profesor debe involucrarse. Este grado debe ser equivalente en las universidades para que se pueda acceder a empleos similares en toda Europa.” Afirmó que este posgrado establece másteres de orientación investigadora, clara y específica, con duración de uno a dos años, en la que finalmente se puede acceder a la tesis doctoral. La licenciatura de bioquímica incluye tres másteres: Biología molecular y celular (BMC), biomedicina molecular (BMM) y biotecnología (BT), todos orientados a la investigación; son de 60 créditos europeos ECTS, lo que equivale a un curso escolar, y que en el posgrado abarca la fase de doctorado. “Cada uno comprende los módulos teóricos que se cursarán en un semestre, y 30 créditos ECTS que serán módulos teoricoprácticos; tienen todos un módulo troncal y algunos optativos y obligatorios, y todos contemplan, aparte del doctorado, un módulo experimental de 30 ECTS donde desarrollarán un proyecto de investigación y una tesis. El modulo troncal común, que es metodología e investigación en biociencias moleculares, y las trayectorias de cada máster, transcurren con diferentes requisitos. La tesis de máster es un módulo experimental que se hará en el segundo cuatrimestre. De esta forma explicó la estructura del plan de estudios, y señaló que los elementos a favor que tiene el posgrado son: una posibilidad real de iniciar a corto plazo, beneplácito en las autoridades, ambas universidades son las mejores, ya que fueron elegidas entre 200 y, sobre todo, hay financiación. Finalmente expresó sus deseos de contar con la inclusión de la UNAM en este programa y agradeció el apoyo de los miembros de ambas entidades. Para concluir la cátedra, el doctor Joaquín López Bárcena, secretario general de la FM, agradeció a la doctora su presentación, y recordó que durante su estancia en nuestro país recorrió grupos de investigación en los diferentes departamentos, tanto de la FM como de otras instituciones dentro y fuera de la Universidad.
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