La genética permitirá desarrollar una medicina preventiva para las enfermedades comunes: Rubén Lisker Notable precursor de la ciencia de la herencia en México El pasado 4 de octubre en la sesión del Consejo Universitario, la Comisión del Mérito Universitario dictaminó otorgar los nombramientos de profesores eméritos a tres distinguidos universitarios, uno de ellos fue el doctor Rubén Lisker Yourkowitzky, quien es actual director general de Investigación del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Dr. Salvador Zubirán” y precursor de la ciencia de la herencia en México.
El doctor Lisker nació en la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos, en 1931. Estudió la carrera de médico cirujano en la Facultad de Medicina de la UNAM, de la cual egresó en 1954. Al graduarse estudió hematología en el Michael Reese Hospital, de la ciudad de Chicago; cuando regresó de su estancia en el extranjero recibió la invitación del doctor Luis Sánchez Medares para trabajar en el Departamento de Hematología del Instituto Nacional de la Nutrición, “estuve en esa área hasta 1965, para después irme a la Universidad de Washington, en la ciudad de Seattle, a estudiar genética, y a mi regreso, en 1966, me independicé de la hematología y fundé el Departamento de Genética en el Instituto Nacional de la Nutrición; posteriormente empecé a impartir el curso de graduados especialistas en genética médica como aval universitario y profesor”. En breve entrevista concedida a este medio informativo, el coautor del libro Introducción a la genética humana habla de su labor como profesor e investigador, actividades a las cuales ha dedicado más de cuarenta años, tiempo en que ha creado una numerosa producción intelectual que lo hace autor de más de 120 artículos en revistas extranjeras y 130 en revistas nacionales. Perteneciente al Sistema Nacional de Investigadores nivel III, el doctor Lisker recuerda su experiencia docente al ser profesor titular y fundador del curso en genética médica: “En el Departamento de Genética del Instituto se formaron especialistas en esa área durante más de 10 años en que fui profesor titular del curso, el cual sigue aún vigente, pero en 1985 renuncié a él porque recibí la invitación del doctor Fernando Cano Valle, en ese entonces director de la Facultad de Medicina, para ocupar el cargo de jefe de la Subdivisión de Estudios Superiores de Maestrías y Doctorados de esa Facultad donde permanecí tres años. Después regresé al curso, pero como profesor adjunto. La charla se lleva a cabo en su oficina que se encuentra en el Instituto Nacional de Nutrición, el cual forma parte de los institutos nacionales de Salud dependientes de la SSa, que el 12 de octubre de 1946 inició funciones con el nombre de Hospital de Enfermedades de la Nutrición, su fundador y primer director fue el doctor Salvador Zubirán Anchondo, quien dirigió la dependencia hasta 1980. En 1978 cambió de nombre a Instituto Nacional de la Nutrición “Dr. Salvador Zubirán”, que se utilizó hasta junio de 2000. Lisker Yourkowitzky funge como titular de la Dirección de Investigación del Instituto, la cual fue creada hace más de 35 años y ha tenido por directores a los doctores Guillermo Soberón Acevedo, Carlos Gual Castro y Gregorio Pérez Palacios. Instancia que autoriza los proyectos de investigación que se llevan a cabo en el Instituto. La Dirección de Investigación tiene como principales funciones efectuar un seguimiento sistematizado de los proyectos de investigación registrados que se realizan con el apoyo de la Dirección de Planeación; asimismo difunde entre los investigadores las posibles fuentes de financiamiento, promueve el ingreso de los investigadores dentro del escalafón de la SSa y establece una vía de comunicación entre los investigadores del Instituto y la Secretaría de Salud. La investigación: lo único Enemigo de la solemnidad y las formalidades, sencillo y de alegre carácter, el doctor Lisker habla de cómo se interesó por la investigación, cuando aún era pasante de la carrera de medicina: “Empecé muy temprano a investigar, de hecho en el último año de la carrera tenía que realizar mi servicio social y había dos opciones: llevarlo a cabo en una comunidad de provincia, o bien efectuar una investigación; me decidí por la última. El doctor José Laguna, ex director de la FM y pionero de la bioquímica en México, fue mi director de tesis y de hecho los resultados de ese trabajo constituyeron mi primera publicación que apareció en 1955, los autores éramos, Díaz Zagoya, Laguna y yo, y ese primer artículo apareció en la Revista de Investigación Clínica, que es la publicación del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición ‘Dr. Salvador Zubirán’; desde entonces me interesé en la investigación”, afirmó el también Doctor Honoris Causa de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. El profesor invitado en las universidades de Tel Aviv, de Israel, y de Houston, en Texas, explica algunas de las líneas de investigación que ha desarrollado en los últimos años. Una de ellas fue estudiar la estructura genética de la población mexicana de los grupos indígenas, de las costas orientales y occidentales, así como de los que habitan en las ciudades importantes de México. “Lo que hacía era estudiar marcadores genéticos, como grupos sanguíneos, hemoglobinas anormales y otras proteínas de la sangre, y luego calcular la proporción de los genes de ancestros blancos, negros y españoles en cada uno de estos grupos. En el caso de los indígenas nunca encontré ningún grupo étnico 100 por ciento puro, todos tienen 10 por ciento de genes de españoles. “En las costas hallé un patrón genético diferente, existen comunidades con genes de la raza negra, en lugares como la región de la Costa Chica, específicamente las personas que viven en Cuajinicuilapa, Guerrero, o en Tamihaua, Veracruz, población que tiene 40 por ciento de información genética de ancestros negros.” El estudio de la lactasa Editor de la Revista de Investigación Clínica de 1970 a 1988 y miembro del comité editorial de Archivos de investigación médica del IMSS, se refirió al estudio sobre el tema de la lactasa, que es una enzima del intestino que se encarga de metabolizar la lactosa de la leche, “… en condiciones normales casi todos los recién nacidos nacen con suficiente enzima para asimilar la leche materna, pero después del destete empiezan a disminuir la concentración y esto se da en casi todas las poblaciones del mundo. La deficiencia de esta pro-teína ocasiona síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea, flatulencia e inflamación del estómago. “En el estudio se encontró que 70 por ciento de la población después de los seis años de edad presenta deficiencia de esa sustancia. Además, se pudo demostrar que el padecimiento tenía que ver con un proceso hereditario de forma mendeliana recesiva, es decir, que los padres heredan el tipo de gen que hace que se presente esta deficiencia. Miembro del Comité Internacional de Bioética de la UNESCO, y vicepresidente del Programa Latinoamericano del Genoma Humano (PLAGH) de 1990 a 1992, Lisker comenta que en los últimos años se ha dedicado a explorar aspectos éticos de la práctica de la genética médica, como es el caso de los problemas de confidencialidad. Sociedades académicas Es ex presidente de las Asociaciones de Investigación Pediátrica, y Mexicana de Genética Humana, así como de la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología y de la Academia Nacional de Medicina; de esta última, el profesor emérito expresó que haber presidido la agrupación médica más importante del país fue una experiencia muy interesante y enriquecedora, no sólo por haber sido ganador en las votaciones, sino porque fue una tarea de muchas horas: “… además de elaborar programas para la discusión de problemas en medicina, me tocó organizar el Congreso Anual de la ANM, que cada cinco años se realiza en México; en la gestión de Juan Ramón de la Fuente se modificó el reglamento para celebrar congresos fuera de la ciudad de México, lo cual es una excelente idea, y algunas sesiones se celebraron en diversas sedes a partir de este año (2002). Recuerdo que durante mi gestión promoví varias reuniones foráneas y apoyé los denominados círculos de estudio de la ANM.” Rubén Lisker considera que la genética no es sólo el estudio de la herencia biológica, sino que permitirá, con los conocimientos del genoma humano, cambiar la práctica de la medicina. Facilitará el diagnóstico para proporcionar tratamiento, en un futuro será de predicción seguida de prevención, es decir, antes de que nazca un bebé se conocerá qué tipo de enfermedades podrá padecer a lo largo de su vida y se desarrollarán tratamientos clínicos para evitarlas, esto abre la puerta de una medicina preventiva de enfermedades comunes, con medidas que podrán consistir simplemente en modificar estilos de vida. “Creo que toda la gente, y principalmente los médicos, deberían saber genética, porque va a afectar positivamente la vida de los seres humanos”, afirmó. A la pregunta expresa de cuál ha sido la mayor satisfacción de su vida, el profesor emérito de la Facultad de Medicina respondió con una sonrisa en el rostro: “… realmente he vivido contento con mi quehacer cotidiano, que es investigar, y además me pagan por hacerlo”, concluyó. |
