Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
25 de enero 2001


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Mensaje del Rector con motivo del reinicio de actividades

 

Colegas universitarios:

Permítaseme en primer lugar, expresarles a todos ustedes mis mejores deseos para que este año que comienza, sea un año pleno de realizaciones personales, académicas y profesionales.

Reiniciamos nuestras actividades universitarias con el ánimo de seguir avanzando en la consolidación y el fortalecimiento de nuestra institución, refrendando nuestros compromisos con la enseñanza, la investigación y la difusión de la cultura, que son y deben seguir siendo las tareas sustantivas de una institución académica como la nuestra, que está al servicio de la sociedad que la auspicia.

Durante los últimos meses del año pasado la Universidad asumió un papel decisivo en la defensa de la educación pública, de su autonomía y de los principios irrenunciables de la libertad de cátedra e investigación. La Universidad esgrimió en voz alta y en todos los foros posibles, las razones y los argumentos que justifican su vigencia y su razón de ser. Lo supo hacer con prudencia y cuando fue necesario con contundencia. Siempre respetuosa de una cultura que le es propia y de la que ha sido, sin duda, forjadora en amplios sectores de nuestro país, sustentada en el respeto al libre debate de las ideas, con tolerancia para quienes sustentan puntos de vista divergentes a los de los universitarios, siempre con la convicción irrevocable de que la nuestra ha sido, es y seguirá siendo una institución irremplazable en la historia y el desarrollo científico, cultural y social de México.

Defendimos los derechos de nuestros trabajadores administrativos a tener las mejores condiciones laborables posibles y logramos con el Sindicato de Trabajadores de la Universidad acuerdos que, a la distancia de unas cuantas semanas, pueden apreciarse mejor y valorarse en toda su dimensión por el contexto tan complejo en el que se llevaron a cabo las negociaciones.

Ante los nuevos gobiernos, el federal y el de nuestra ciudad, hemos establecido una relación respetuosa y cordial, y les hemos expresado explícitamente nuestra voluntad de colaborar con ellos en los programas que nos han solicitado y que son de interés común.

Los principios y los valores de la Universidad, de su composición plural, de su carácter nacional y público, se han reiterado en forma clara y oportuna. Esto contribuyó, decisivamente, a obtener un subsidio federal para el año que iniciamos, dentro de las expectativas razonables de crecimiento presupuestal que la Universidad requiere para cumplir con las tareas que le son propias.

Como lo señalamos el año pasado ante el Consejo Universitario, era necesario revertir la inercia presupuestal en la que la Universidad había caído en los últimos años y hacer todo lo que estuviera a nuestro alcance para iniciar una nueva etapa de crecimiento económico paulatino durante los próximos años por arriba de los índices inflacionarios.

El presupuesto aprobado por la Honorable Cámara de Diputados para la Universidad durante el presente ejercicio es, a la fecha, de 11 mil 143 millones de pesos, que contrastan significativamente con los poco más de 9 mil 600 millones con los que iniciamos el año pasado. La diferencia representa un incremento aproximado al 16 por ciento. Si consideramos que la inflación estimada por la Secretaría de Hacienda para el presente año será de 6.5 por ciento, podemos concluir que con ese presupuesto que ya está autorizado, estaríamos muy cerca de alcanzar la meta que nos habíamos propuesto para este año que era, como ustedes recordarán, de un 10 por ciento por arriba de la inflación.

Es necesario señalar que estas cifras no incluyen las previsiones salariales para el personal académico del presente año, las que, según nuestras estimaciones, deben representar aproximadamente otros cinco puntos porcentuales al presupuesto ya autorizado. Estamos de hecho en medio del proceso de revisión con AAPAUNAM y esperamos que éste concluya satisfactoriamente antes del próximo 1o. de febrero.

Al igual que lo hicimos con los trabajadores administrativos, estamos haciendo el mayor de nuestros esfuerzos para que los trabajadores académicos puedan obtener beneficios equiparables a los que obtuvo el personal administrativo. Como ustedes saben, las políticas salariales no dependen exclusivamente de la Universidad, pero confío en que encontraremos los mecanismos para llegar a un acuerdo satisfactorio con AAPA-UNAM.

Ciertamente el presupuesto del que dispondremos este año es insuficiente para satisfacer todas las necesidades de la institución, pero será el que represente, en pesos constantes, el mayor crecimiento para la UNAM desde 1994. Revertimos pues, la inercia de los últimos años e iniciamos la nueva etapa de crecimiento presupuestal que nos habíamos propuesto el año pasado.

Quiero dejar constancia ante ustedes, como lo hice en su momento ante los líderes de todas las fracciones políticas de la Cámara de Diputados y de los Presidentes de las Comisiones de Presupuesto y Cuenta Pública, Hacienda y Educación de ese cuerpo legislativo, de mi agradecimiento a nombre de la Universidad, por la comprensión y el apoyo que este año la UNAM recibió por parte de los diputados y senadores del Congreso de la Unión.

Para poder seguir creciendo en términos similares en los próximos años, necesitamos hacer un mayor esfuerzo por usar de una manera más eficiente, responsable y transparente esos recursos. La Universidad siempre ha hecho pública su cuenta anual con el aval de un auditor externo y con la aprobación del Consejo Universitario. Sin embargo, conviene desterrar de una vez por todas, la idea que aún prevalece en ciertos sectores de nuestra sociedad de que los recursos, que en forma de subsidio el gobierno otorga a las universidades públicas en cumplimiento de sus obligaciones, no son siempre usados para los fines sustantivos de la institución. No debe quedar la menor duda al respecto y menos aún en los tiempos que corren. Al igual que la sociedad, los poderes públicos y en particular el legislativo, estarán cabalmente informados de cómo se usan esos recursos y qué se hace con ellos. Así podrán constatar que nuestras peticiones de incrementos en años subsecuentes están plenamente justificadas.

Con el propósito de establecer mecanismos que favorezcan el escrutinio público de los recursos con los que dispone la Universidad, he convenido con el Patronato transferirle las funciones de la Dirección General de Programación Presupuestal que hasta hoy dependían directamente de la Rectoría a través de la Secretaría Administrativa.

De esta manera, cumpliremos cabalmente con nuestra ley orgánica que establece como atribución del Patronato, la de administrar el patrimonio universitario y sus recursos ordinarios, así como los extraordinarios que por cualquier concepto pudieran allegarse. Junto con ello, el Patronato fortalecerá los mecanismos de fiscalización a través de la contraloría con lo que daremos pleno cumplimiento a la distribución de competencias establecidas en el ordenamiento que rige nuestra vida institucional.

El año 2001 será un año decisivo en la vida de la Universidad. Será el año de la reforma, el año del congreso; el año en el que habremos de apuntalar nuestro liderazgo académico nacional e internacional; el año en el que vamos a mostrar que una institución como la nuestra tiene hoy, más que nunca, mucho que ofrecerle a México.

Por la calidad de sus servicios educativos, la trascendencia de la investigación que en ella se realiza, la manera que tenemos los universitarios de difundir los conocimientos y acercarnos a través de ellos a la sociedad y el papel que jugamos como instrumento de movilidad social, que va mucho más allá de las coyunturas políticas, transitorias al fin y al cabo.

No quiero concluir este mensaje sin hacer un reconocimiento explícito a nuestros investigadores en ciencias de la tierra, que tan destacada actuación tuvieran en las últimas semanas con motivo de las erupciones del volcán Popocatépetl. Fue una muestra inobje-table de lo que esta Universidad puede hacer y sabe hacer cuando el país la requiere. A ellos y a todos ustedes, muchas felicidades, que el 2001 sea un año bueno para la UNAM y para México.

"POR MI RAZA HABLARA EL ESPIRITU" .
Mensaje del Rector Juan Ramón de la Fuente. Enero 10 de 2001.