BAJO EL MURAL
Actividades culturales de calidad en la Facultad de Medicina: se presentaron
los grupos Real de Catorce y Erosludens
Uno, un concierto de blues
Otro, un espectáculo de danza ecléctica que combina el
yoga escénico con ballet aéreo, trapecios, aros y telas
El pasado 14 de noviembre se presentó el grupo
mexicano de blues Real de Catorce en la explanada de la Facultad y Bajo
el Mural; una semana después participó el grupo de danza
ecléctica Erosludens, novedad que combina la danza con yoga escénico,
ballet aéreo, trapecios, aros y telas, entre otros elementos.
Con el fondo de las rampas de la Facultad como escenario, llegaron puntuales
—desde temprano— el equipo de sonido y los técnicos
que armaron el templete donde se presentaría el grupo Real de
Catorce, considerado una de las agrupaciones más representativas
del blues en México.
Pasadas apenas las dos de la tarde, se oyeron los primeros acordes que
dejarían escuchar algunos de sus mayores éxitos, como
La venenosa, Jenny, Suena el viento, El misterio de las cosas, Flores
en la ventana, La virgen, Un mediodía triste, Madre blues y Busco
a mi padre, entre otros, para que casi al cumplir dos horas de conciertos
cerraran con Azul.
Fundada en 1985, la agrupación mexicana ha ofrecido al público
una propuesta sólida y madura de blues urbano y en 18 años
de trayectoria ha transmitido la espiritualidad y la libertad que caracterizan
a este género musical. En 1988 el grupo fue invitado a presentar
una serie de conciertos en el Buddy Guy´s Legends, en la ciudad
de Chicago, lugar donde han tocado músicos como Eric Clapton,
Otis Rush y Son Seals, entre otros. Cabe mencionar que también
ha sido invitado a numerosos festivales culturales y participado en
cuatro festivales internacionales de blues y jazz; en otras cuatro más
ha asistido al Festival Internacional Cervantino y, en 1987, realizó
una gira por las ciudades de Moscú, Leningrado, Vilnius y Riga.
Es interesante indicar que el blues es la música afroamericana
del siglo XX, con profundas connotaciones religiosas, próximas
al folk indiano. Desde un punto de visto lingüístico, la
palabra blues denota estado de ánimo, generalmente de tintes
melancólicos, y es por eso que a menudo se interpreta para aliviar
la depresión. También denota el sentimiento que debe poseer
el intérprete o compositor ante la vida y en el momento de interpretar.
El concepto musical del Real de Catorce radica en la conjugación
del sentido, letra y música llenos de significados y matices
expresivos. Parte importante en este concepto es la interpretación,
ya que es fuerte y sutil al mismo tiempo, capaz de crear un intenso
clima emotivo.
La agrupación la conforman José Cruz en la voz y composición,
Fernando Ábrego en la batería, Julio Zea en la guitarra
y Jorge Velasco en el bajo. De esta lista sólo los dos primeros
se mantienen desde la fundación del grupo.
En entrevista para este medio el baterista Fernando Ábrego comentó
haber sido placentero tocar en la Universidad, porque ellos son universitarios
y la institución, como su nombre lo indica, se abre a todos.
Él estudió en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos
(CUEC) y el vocalista en Odontología. Otros integrantes estudiaron
en algún Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) o en alguna
Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP).
— Si su profesión era otra, ¿cómo fue que
apareció la chispa de la música?
“Bueno, es que la música es como un vicio, el blues es
una manera de vivir ese vicio... muy rica. Somos un grupo de blues y
nuestra música está permeada de eso.”
Al preguntarle qué opinaba sobre que algunos medios los calificaran
de alternativos, respondió no creer en eso, pues algunos medios
etiquetan para tratar de enfrascar y Real de Catorce es un grupo de
blues y música mexicana.
— ¿Por qué el blues y no otro género?
“Porque el blues es el alma de la música y nos gusta tocar
el alma. Es la raíz y la base de toda la música. Y de
hecho la música que se escucha en la radio toda está permeada
de blues... Es el canto del alma de los negros africanos y desde ahí
partimos.”
Cambiando de tema se les preguntó sí ellos habían
estudiado música y respondió que todos de forma independiente,
por su cuenta y otros en ocasiones en la Escuela Nacional de Música
y el Conservatorio Nacional,
— En tu caso, ¿de dónde surgió la idea de
tocar la batería?
“Desde adolescente te llega, no lo puedes evitar y lo sigues.
La percusión es la primera de las músicas, después
de la voz humana o antes. La percusión es el latido del corazón
y es lo que hago.”
— ¿Para ser baterista hay alguna preparación física?
“Antes de cada concierto te relajas, piensas un poco y lo tomas
en serio, porque es tu profesión.
Al preguntarle sobre qué opinaba del público que estaba
conformado mayoritariamente por estudiantes de la Facultad, dijo que
trataron de hacer recíproca su respuesta, y agregó: “Real
de Catorce es un grupo independiente y venir a un lugar autónomo,
en donde se plasma la universalidad de las personas y hay muchas manera
de expresar, donde se abren la cultura y la educación en México,
es un honor, y también estar en Medicina, Filosofía o
donde sea, porque son espacios que siempre han estado abiertos al grupo
y Real de Catorce, siempre que pueda, estará ahí. Es grato
estar en Medicina, un lugar donde no habíamos venido nunca, al
que pudiera parecer que la gente se dedica a otra cosa más que
a escuchar a un grupo. Estuvimos a gusto y es un placer.” Concluyó
mencionando que para Real de Catorce ningún concierto es pequeño
y todos son importantes, desde el Metropólitan hasta la Facultad
de Medicina.
Al término del concierto, Eric García, del grupo 3104,
mencionó que parece que todo está bastante bien y espera
que siga así, porque esto es algo que le faltaba a la Facultad
de Medicina, que antes se caracterizaba por ser apática. Dijo
conocer al grupo y opinó que son muy buenos.
Rafael Suárez Carpio, del grupo 2203, aseveró estar de
acuerdo con las actividades que se han estado llevando a cabo y que
el único inconveniente que ve es que interfieren con el horario
de la tarde. Mencionó conocer al grupo y haber seguido su trayectoria.
Por
su parte, Nadia, del grupo 1109, afirmó que en general estas
actividades relajan a los estudiantes después de toda la semana,
por lo que las calificó de sanas y divertidas, y dijo: “En
especial a mí me encantan las actividades y asisto cada viernes
porque me encuentro con una nueva sorpresa. Por ejemplo, en este concierto
tocaron súper bien.”
Carlos Morales, del grupo 3110, afirmó que las actividades son
un desahogo para los alumnos, porque antes no se hacía nada y
le gustaría que se presentaran exposiciones, obras de teatro,
películas y más que música. Dijo también
no conocer el grupo y no agradarle a él, pero el ver que a otros
sí les gustó, calificó la actividad de positiva.
A una semana de presentarse Real de Catorce, el mes de noviembre fue
clausurado con la presencia del grupo de danza ecléctica Erosludens,
una compañía que mezcla la danza buto oriental con yoga
escénico, ballet aéreo, trapecios, aros y telas, entre
otros elementos que integran sus presentaciones.
El grupo cuenta con cuatro años de vida y se conformó
con la idea de arriesgar un poco los cuerpos en el aire, comentó
su director de arte y vestuario, Luis Villanueva, en entrevista para
este medio.
Por su parte, César Romero, director escénico, explicó
que el grupo trabaja con diversas personas que se desarrollan en el
mismo ambiente y para cada proyecto se convoca nueva gente que cuente
con una estética particular, y maneje la energía, el erotismo
y la danza aérea para unificar su propuesta que califican de
“yoga escénico”. Para cada presentación se
reúnen, se expresan ideas y salen opciones para crear cosas.
El espectáculo comenzó al escucharse las primeras notas
de música —en vivo— cuando se vislumbraron seis bailarinas
que descendieron por unos paños blancos desde lo más alto
de las rampas hasta la planta baja para de ahí dirigirse a la
explanada ubicada Bajo el Mural, donde continuó el espectáculo
con cantos y movimientos sensuales y eróticos.
La escenografía se hizo acompañar de dos instalaciones,
una que refería a un par de caminos de arena que descendían
por las escaleras que se ubican debajo del mural y se coronaban con
una pequeña fuente que contenía un par de corazones de
res, y otra en ese mismo nivel, donde comienza el pasillo que lleva
a la zona comercial de la FM y se formó una gran telaraña
de alambre que en su interior contenía un corazón de cerdo.
Asimismo se hicieron acompañar de la proyección de un
video que se proyectaba en diversas partes del espacio.
Al respecto Luis Villanueva comentó que el concepto de corazón,
arena, agua y fuego tiene que ver con los cuatro elementos, por lo que
el corazón significa la vida.
“Para Erosludens, más allá de un juego erótico,
tiene que ver con un juego de vida, de estar haciendo algo nuevo, crear
y generar cosas nuevas, ideas, conceptos y proyectos. El corazón
en estos últimos cuatro meses ha significado algo que puede estar
dentro o fuera, desbordando, como una cascada de agua que da vida y
genera luz, un símbolo poético con el que bailamos, jugamos
en escena y nos movemos.
“Los órganos en este caso no tienen que ver con nuestra
presentación en Medicina, no nos gusta ser ‘panfletarios’
y decir vamos a Medicina y presentar algo que tenga que ver con los
médicos. Nosotros somos, si les gusta qué bueno, y si
coincide es porque hay puntos de encuentro.”
Sobre el escenario comentaron haberles gustado mucho, pues es muy alternativo
y da la posibilidad de explorar muchas cosas, y agregaron: “Nos
sentimos cómodos en un espacio abierto con la aceptación
del público, porque la gente respondió a la exploración
que estábamos haciendo.”
Erosludens está compuesto por una planta base de siete u ocho
personas entre bailarines, músicos y cantantes, y cada vez que
convocan a una nueva propuesta se reúnen. En esta ocasión
el proyecto estaba constituido por mujeres en escena y el resto de los
integrantes apoyaron. Así, participaron como bailarinas: Priscila
Mateos, Dayan, Dana Berman, Verónica Macías, Arisbet y
Mancel Ruiz. En la música: Julio Sánchez, Ramsés
Luna y Hugo Santos. En la producción: Luis Villanueva, César
Romero, Nicolorite en video, Claudio, Ismael Romero y Daniel López.
Sobre el público dijeron estar sorprendidos por la magia que
podía suceder en ese momento, porque en un ensayo no se ve y
no se imagina, pero que la escenografía y los elementos que la
integraron le dieron un lenguaje diferente: “Como esa trasgresión
con que jugamos nosotros, la magia sucedió y eso fue lo que nos
atrapó, al igual que el juego erótico con el público.”
Para concluir dijeron parecerles una muy buena idea que las escuelas
abran sus espacios al aire libre para crear cultura general. “Que
existan más propuestas así, que se generen otros espacios
que no sea sólo en el Centro Cultural Universitario (CCU), es
decir, que no estén las cosas centralizadas. En este sentido
felicitaron la labor que realiza Octavio Moctezuma, coordinador del
ciclo Bajo el Mural, y el director de la Facultad.
Finalmente y en representación de las bailarinas, Dana Berman
comentó haberle gustado mucho la presentación, pues siempre
trabajan en lugares cerrados y el desarrollarse en un ambiente abierto
fue algo diferente y emotivo, actuar a plena luz del día, adaptarse
a un espacio que da diversas posibilidades y ser interesante trabajar
con nuevos compañeros.
Afirmó que en esta ocasión se abocaron a los eclipses,
la energética, lo femenino, la Luna, en relación con lo
masculino que es el Sol, la fuerza, las brujas y la magia.
Como cierre de este ciclo 2003 hubo dos presentaciones del Taller de
Teatro de la Facultad con la pastorela Otra noche de gloria en Belén,
una adaptación de Rolando Monreal, con textos anónimos
del siglo XIX, y la obra La noche más venturosa, de Fernández
de Lizardi.
Apareció Luzbel junto con sus secuaces: Tentación y Pecado,
quienes querían impedir que los pastores llegaran al lugar prometido.
Aparece María con los Ángeles y en el trascurso de la
pastorela María es anunciada hasta llegar con el niño
y el Diablo es vencido, pero la diferencia de esta pastorela en comparación
con otras es que el Diablo finaliza con un texto que habla sobre las
guerras y da un mensaje donde el mal triunfa por el momento, pero de
una manera divertida.
Al respecto comentó el profesor y director de la pastorela, Rolando
Monreal, que la adaptación fue en forma de verso porque —a
diferencia de la prosa— permite dar mayor musicalidad y explotar
el juego y la diversión, inclusive con el público.
La representación estuvo a cargo de once jóvenes de la
Facultad y de otras facultades, un asistente y el director.
Sobre planes hacia el futuro del Taller, el profesor comentó
que el trabajo continuará el próximo año con más
obras, con intención de integrar a más jóvenes
de medicina e incursionar en un nuevo proyecto donde se grabarán
cápsulas para el programa de radio de la Facultad Las voces de
la Salud, para que los jóvenes penetren en nuevos terrenos.
Para concluir hizo una atenta invitación a los estudiantes de
medicina para que participen, pues aunque él sabe la dificultad
que tiene la carrera, considera que el espacio es interesante y comentó
el caso de Isaac (Luzbel), quien ha descubierto habilidades que ni él
mismo se imaginaba y que ha desarrollado con el Taller, que es para
eso, por lo que les gustaría que más jóvenes se
dieran la oportunidad de experimentar, arriesgar y demostrar que el
Taller les puede ayudar.
El Taller de Teatro se lleva a cabo los jueves y viernes de 14 a 16
horas en el auditorio “Dr. Raoul Fournier”, y los sábados
de 11 a 14 horas en el “Dr. Alberto Guevara Rojas”. Para
inscribirte acude al Programa Medios de Difusión, de lunes a
viernes, de 10 a 14:30 y de 17 a 19:30 horas, o en el día de
clase con el profesor.
Al concluir el ciclo Bajo el Mural, su coordinador, Octavio Moctezuma,
dijo que los estudiantes y el resto de la comunidad universitaria de
la Facultad de Medicina, incluyendo académicos y trabajadores,
han comenzado a interesarse en el proyecto. Asimismo, agregó
que para el próximo semestre se tiene pensado convocar a los
alumnos para que participen con sus propuestas y alternen con eventos
realizados por profesionales. Una de las ideas que han surgido es el
organizar un ajedrez humano y para ello se necesitan 32 voluntarios.
“Creo que el arte y la cultura son indispensables para completar
la formación humanista de los estudiantes de medicina, y la mejor
alternativa es ofrecerles un entretenimiento que los libere de la pesada
carga de estudios y todas las iniciativas de participación serán
bienvenidas.”
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