Patricia Gorostiza, coordinadora de la muestra en el Palacio de Medicina La doctora Patricia Gorostiza, expositora, profesora e investigadora de la Facultad de Medicina, fue la coordinadora de la exposición Acuarela Mexicana Contemporánea, que se presenta en el Antiguo Palacio de Medicina, como parte de los festejos del 450 aniversario de la fundación de la UNAM y que permanecerá abierta hasta el 14 de diciembre. La exposición surgió de la idea de introducir color a un recinto colonial -sede del Museo de la Medicina Mexicana-, suntuoso y bello. Hoy, 42 artistas, miembros de la Sociedad Mexicana de Acuarelistas, encabezados por la doctora Gorostiza -en esta ocasión-, muestran toda una diversidad de estilos, técnicas y conceptos, colores y formas en lo que fueran Las Cárceles de la Perpetua -lugar donde los inculpados por la Santa Inquisición purgaban su condena-, espacio que fue remodelado para fungir como galería y dejar fluir expresiones espontáneas aprovechadas por el desarrollo de la técnica, creatividad y originalidad de los artistas.
La doctora Gorostiza comentó que los miembros de la Sociedad Mexicana de Acuarelistas se encuentran agradecidos por la invitación y el trabajo desarrollado por la Facultad de Medicina para realizar esta exposición. En entrevista para la Gaceta, la maestra Gorostiza comentó sobre el origen y conformación de esta muestra, su iniciación en el arte y su vida profesional. “La idea de la exposición es definitivamente del doctor Cravioto, quien muy amablemente ofreció su espacio con la idea de dar colorido y llevar gente. Afortunadamente me une a él una gran amistad, invitamos a la Sociedad Mexicana de Acuarelistas, a quienes se les dio libertad de temática; esto fue a propósito, porque sé que cada uno tiene líneas diferentes y sabía que quedaría algo muy variado para el tipo de público que visita el Palacio, además de que se pensó en dar a conocer la Sociedad. He de reconocer que en un principio el espacio me pareció difícil de adaptar; sin embargo, el trabajo realizado por el personal de la Facultad lo hace lucir maravillosamente”. Por otra parte, ella comenta que ha pintado siempre, pues desde pequeña las maestras comentaban a su madre sobre la creatividad de su trabajo. “En mi casa siempre conté con material, porque mis padres también hacen arte de manera no profesional. De niña tenía una profesora con quien comencé a pintar al óleo; en ese momento no lo consideré importante, pero ya comenzaba a expresar imágenes abstractas, es decir, que siempre estuve inclinada a ello. En algún momento de mi vida pensé en el arte como carrera, pero con la contraparte de que a lo mejor no podía vivir de ello y mi padre me lo recordaba a cada momento, lo descarté como profesión. Estudié medicina y una maestría en farmacología sin dejar de pintar, hasta que en un momento de mi vida encontré la oportunidad de tomar clases con el maestro Manuel Arrieta”. Sobre su profesor comentó que es un gran acuarelista a quien admira por su sólida formación, la cual sabe brindar a sus alumnos. “A él le debo la composición, el dibujo, la perspectiva, el manejo del color y el de la técnica; a sus alumnos nos da mucha libertad, estimula y apoya el desarrollo de nuestras inquietudes. Por ejemplo, mi trabajo no es tradicional, es mucho más interior, y para poder llegar a tener la imagen en la mente de lo que quiero, es porque ya lo reflexioné. “Estoy inclinada a los sentimientos negativos, porque los positivos se viven fácilmente y se disfrutan en el momento; en cambio, lo que cuesta trabajo se necesita sacar y soy una persona que le da vuelta a las cosas en la mente”. -¿Cómo fue que estudió medicina?
“Para este cuadro estudié los dibujos de Leonardo da Vinci sobre sus aparatos para volar y representan a un muerto que aun con aparatos ya no puede volar, como muchas cosas en la vida que son tajantes, que nos cuesta trabajo aceptarlas y decir cuál es el camino que se debe seguir, es la analogía de ese sentimiento de querer algo como tú lo planeaste, y la obra es mi representación plástica de este sentimiento. “Mucha gente no se atreve a representar sus problemas; para empezar, no se atreven a enfrentar las cosas difíciles y menos a plasmarlas, porque muestran su interior y eso es más difícil que pintarse desnuda; por eso el arte es como una magia, porque cuando traes algo atorado y lo pintas, te sientes mejor. No es fácil hacerlo, es resultado de mucha reflexión y valentía para plasmarlo; a mucha gente no le gusta, pero con esa minoría que sí le gusta y entiende la obra, me siento satisfecha, sobre todo porque no me gusta hablar de mí misma y ésta es la forma de comunicarme.” Nacida en la ciudad de México, egresada de la carrera de medicina de la Universidad La Salle y con maestría en el Cinvestav, y profesora e investigadora de la Facultad de Medicina, desarrolla una línea de investigación en corazón y aseguró que además de su profesión lo más importante en su vida lo constituyen el arte y su familia, principalmente porque sus hijos han sabido aceptar que ella, como mujer, cuenta con otros intereses como el arte, que además comparten con ella. |