La visión filantrópica de una
mujer reconoce el
humanismo del médico en servicio social
Treinta y dos galenos reciben el Premio Soumaya
Domit de Slim a la excelencia humanista del médico pasante en
servicio social
“La Facultad de Medicina, una vez más, ha
podido hacer coincidir el humanismo y el compromiso social en la formación
de sus médicos”, dijo el rector de la UNAM, Juan Ramón
de la Fuente, en la ceremonia en que entregó 32 reconocimientos
a profesionistas que realiza-ron su servicio social, junto a los presidentes
de la Fundación Telmex, Carlos Slim Helú, y del Grupo
Carso, Carlos Slim Domit.
Ante la presencia también de los profesores eméritos Rubén
Lisker, Octavio Rivero Serrano y Ruy Pérez Tamayo, el director
de la FM, José Narro Robles, recordó que ante la institucionalización
de la práctica del servicio social se ha llevado cono-cimiento,
experiencia y servicio a las comunidades de México, y en el caso
de la medicina se ha llevado atención médica a la población
más necesitada del país.
Además señaló que por ese motivo, con la entrega
del Premio Soumaya Domit de Slim a la excelencia humanista del médico
pasante en servicio social se reconoce no sólo a los galenos,
sino también la labor filantrópica de la señora
Domit, un ser humano sensible, para quien servir a los demás
fue su desideratum, diría el antropólogo Jorge Miranda
al esbozar una semblanza en su memoria.

Dra. Angélica García |
Por su parte, el presidente del Grupo Carso dijo a los
pasantes de medicina que el impacto de su trabajo en los pacientes,
las familias y la sociedad es algo de lo que no siempre se tiene la
dimensión y que va mucho más allá de la salud física.
“Por ello no hay mayor estímulo y motivación que
saberse conscientes de la importancia y del impacto en tantas familias
que en momentos difíciles no tienen otro soporte emocional que
ustedes, y que el servicio que prestan a la sociedad puede y debe ser
un factor trascendental en el ánimo de nuestro país.”
A nombre de los galardonados con diploma, libros y una computadora,
la doctora Angélica García afirmó que el servicio
social permite valorar el crecimiento profesional y personal, así
como conocer mejor al paciente y rescatar el sentido humano de la práctica
de la medicina, por lo que ese trabajo de un año “marcó
nuestro alma de azul y oro”.
En palabras de la doctora: los pasantes de medicina están presentes
en sedes localizadas en la selva, el desierto, las abruptas serranías,
las grandes planicies y las costas del Golfo y el Pacífico mexicanos,
y estar ahí representa no sólo un viaje a distintos rincones
del país, sino también un viaje al interior de uno mismo,
donde se sigue aprendiendo al lado del paciente, con su sufrir, su padecer,
su dolor, su alivio, su engrandecimiento y ¿por qué no?
su comprensión a quien lo atiende, a ser mejores médicos
y mejores seres humanos.
En el auditorio principal de la Facultad de Medicina, en el mensaje
para finalizar la ceremonia, el doctor De la Fuente consideró
que la relación del médico con el paciente sigue siendo
la piedra angular e insustituible del ejercicio de la medicina, por
lo que seguirá existiendo un amplio espacio para el humanismo,
y mientras esto determine las acciones médicas, el galeno seguirá
siendo un humanista sin pensar que con ello se excluye, sino al contrario,
complementa el aspecto científico y técnico de la profesión.
Además, señaló que actualmente el humanismo médico
adquiere nuevas expresiones, formas y modalidades, dejó de ser,
en cierta medida, aquel humanismo clásico, ya que más
que nunca el ejercicio de la medicina en México y en el mundo
requiere de un renovado y moderno compromiso social, de una visión
clara y objetiva del entorno y sus necesidades, y de que el médico
pueda examinar con objetividad y con rigor en el ámbito de su
competencia cuáles deben ser esos compromisos que habrán
de honrar y desarrollar el resto de sus vidas.
De la Fuente también expresó a los galardonados que el
compromiso adicional que ahora tienen es el gran legado de la señora
Soumaya Domit de Slim, mujer comprometida con una visión humanista
del mundo, por ello “ustedes llevarán ese sello a lo largo
de sus vidas profesionales y habrán también de trasmitirlo
a quienes algún día serán sus alumnos, y de compartirlo
con sus enfermos y con sus familiares y en la medida en que puedan seguir
desarrollándose con esta visión completa e integral del
ser humano habrán, de ser a lo largo de toda su vida médicos
respetados y respetables, orgullosamente universitarios, herederos de
esta magnífica tradición”, finalizó.
A continuación presentamos la semblanza que realizara el antropólogo
Jorge Miranda de la señora Soumaya Domit de Slim:
Soumaya Domit de Slim: El camino y sus realizaciones
Soumaya Domit de Slim, por sus méritos y dedicaciones
es merecedora de una doble evocación porque con hechos sobresalió
dentro y fuera de la Universidad.
De dulce expresión y generosos sentimientos. Congruente y consistente
en sus anhelos. Actuó ad imo pectore.
Pensaba que no hay nada absoluto, que todo cambia. Nos permitió
habitar su universo significado por la sinceridad. Se expresó
a fondo, a sí misma. Lo que iniciaba lo concluía. ¡Empleó
el amor sin duda! Nació y vivió con naturalidad, como
una flor, una concha o un ente extraordinario.
Hereda de sus padres la forma de considerar la existencia, es decir,
procurar siempre el bienestar. A una lado de su esposo don Carlos Slim
y sus hijos emprendió con genuina actitud un decidido impulso
en pos de actos de solidaridad.
Con el tiempo, constituye para alentar a diferentes grupos la Asociación
de Superación por México (Asume). Se incorpora como coordinadora
general al Comité de Bienestar Social de Teléfonos de
México para contribuir al desarrollo integral del telefonista
y su familia. Frente a estos empeños, pronto conforma el Grupo
Voluntario Telmex que significó desde entonces, poner a oferta
la acción de unos en pos de otros. La premisa era dar, darse
para modificar, con optimismo, el rezago e indiferencia convirtiéndolos
en oportunidades.
Extendió el programa de Asume al Instituto Politécnico
Nacional y con publicaciones especiales al DIF. Impulsa la Fundación
Telmex para apoyar el proceso educativo de estudiantes de diverso grado
y condición que hubieren aportado a la sociedad.
Con la fuerza de su personalidad a cada uno lo hizo sentirse único.
Miraba con aprecio y su amable sonrisa le envolvía a uno a partir
de la cual se podía emprender cualquier tarea. Fue paciente,
por su situación, perseverante. Sus aliados naturales los médicos
y las enfermeras.
De su padecimiento: aprendizaje y enseñanza. Realizó una
serie de manuales para contender con la enfermedad en cuyo título
se capturaba una nueva propuesta de conducción: “La verdadera
alegría es la tristeza superada”.
Dotó de equipo de diálisis al Hospital Español.
Puso en marcha una campaña con la figura de Cantinflas en el
boletín Inforsyntex para informar a las familias sobre la insuficiencia
renal crónica y otras más para la donación de órganos
a través de Locatel cuyo lema “yo soy donador de todo corazón”,
ha contribuido a fortalecer la reciprocidad.
Otorgó los medios necesarios para editar en español el
libro “Trasplante de órganos” y los equipos electrónicos
para la formación del Registro Nacional de Trasplantes; la creación
de laboratorios de histocompatibilidad en el Hospital ABC, el Centro
Hospitalario de Hermosillo y el Instituto Nacional de Pediatría
y la entrega de electroencefalógrafos a la Cruz Roja, por igual
al Hospital ABC y al Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición
“Salvador Zubirán” para la determinación de
la muerte cerebral.
Fue la promotora de la Unidad Universitaria de Investigación
en Trasplante, cofundadora de Funsalud en donde dirige los comités
de Diálisis y Trasplante Renal e Implante de Cadera, amén
de crear el premio bienal grupo Carso. Todas estas ocupaciones le valieron
la más alta consideración para recibir el galardón
nacional de Filantropía.
En la Facultad de Medicina de la UNAM, en su papel de presidenta del
comité de Diálisis, suscitó ante la Rectoría,
el incremento en el número de horas para la cátedra de
Medicina Interna en el subespecialidad de Nefrología.
Personalmente, en conferencia magistral, establece en 1996 el componente
motivacional y de desarrollo humano dentro del curso de inducción
para los alumnos que irán a realizar su servicio social.
A partir del año pasado, con personal de las empresas que alentó
y, como consecuencia, se inició con Inttelmex, la organización
de centros de consulta y referencia por computadora para beneficio de
los pasantes y sobre todo de la población. El programa Castor
ya empieza a dar sus frutos.
Con su entrañable esposo la conseja para impulsar la Fundación
Paz, el proyecto Mira, el Fondo para la Asistencia, Promoción
y Desarrollo, los apoyos a la Fundación UNAM, la cátedra
de Filantropía en la UIA, la corporación Universitaria
para el Desarrollo de Internet y el Programa para la Liberación
de Indígenas Encarcelados Injustamente.
Soumaya puso al paciente en el centro y el rescate de los derechos del
humano.
Su historia de este modo expuesta le concedió una separación
apacible. ¡Lástima que el tiempo anticipado reclamara su
cuerpo! regresa...
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