Alumna de la FM participa en un congreso El encuentro que reunió a destacados oncólogos de diferentes países se llevó a cabo en la ciudad de Budapest, Hungría Su nombre es Itzé Aguirre Olmedo, es estudiante
de tercer año de la carrera de medicina de esta Facultad; asistió
y participó recientemente en el Segundo Congreso Mundial de la
Sociedad en Salud de Mama que se realizó en la ciudad de Budapest,
Hungría; en el evento presentó un trabajo llamado Manejo
de cáncer de mama por médicos no oncólogos, realizado
con el apoyo de su tutor de investigación, el doctor Adolfo Fuentes
Alburo.
Itzé es integrante de la generación 2000, en un principio formó parte de los Núcleos de Calidad Educativa (Nuce), y explica que su interés por conocer más sobre el cáncer de mama la llevó a asistir al Congreso en la ciudad de Budapest: “El objetivo del viaje fue presentar un trabajo, el cual realicé en el Instituto Nacional de Cancerología (Incan), que era acerca del manejo clínico que se da a pacientes con ese tipo de cáncer antes de que lleguen a un centro oncológico.” El doctor Fuentes Alburo, quien además de ser tutor de investigación es médico adscrito de ese Instituto, tenía la teoría de que se hacía un manejo incorrecto de las enfermas y quienes acudían al Instituto a recibir atención llegaban con la enfermedad avanzada, por lo que el tratamiento es mucho más largo; “me dediqué a examinar expedientes, estudié cada caso y obtuve algunos datos.” En el Congreso Participó en siete congresos, entre ellos el Tercer
Curso de Genética y Cáncer, organizado por el Incan el
año pasado, Itzé explica que se revisaron 310 pacientes
con cáncer de mama a fin de conocer qué tratamiento habían
recibido y qué especialista había manejado el caso. “Descubrí
que una mujer, en promedio, tenía que esperar más de un
año (13 meses) para recibir atención en el Incan y en
ese periodo puede evolucionar el cáncer; uno de los datos que
obtuvimos fue que de las pacientes que capta el instituto 49 por ciento
llegan con la enfermedad muy avanzada y su pronóstico es malo,
una vez que reciben tratamiento en el Instituto la mayoría no
continúa con él y dejan de asistir por falta de recursos
económicos.” Tratamiento adecuado y oportuno “Para poder hacer un manejo apropiado del cáncer,
primero se tiene que tomar una biopsia, es decir, un fragmento pequeño
del tejido, esta muestra se analiza y con base en ella se determina
el tratamiento, pero había médicos de otras especialidades
que se atrevían a hacerlo. Así, en el trabajo pusimos
énfasis en que los doctores, cuando no están preparados
y con tal de no perder al paciente o el ‘cliente’, les dan
atención que en muchos casos no es adecuada.”En México
el cáncer de seno es un problema de salud pública muy
importante, ocupa el segundo lugar como causa de muerte en las mujeres,
en los países industrializados es la primera causa”, afirma. Impresiones de la convención Para Itzé asistir al Congreso fue una experiencia
enriquecedora en su formación como estudiante de medicina: “Conocimos
gente de todo el mundo, de Irán, de Estados Unidos, había
de casi todos los países y fue un viaje muy fructífero;
tuve la oportunidad de charlar con un médico húngaro,
quien expuso que el plan de estudios de las escuelas de medicina en
Hungría no estaba bien diseñado, su trabajo de investigación
era acerca de las materias que él proponía para incluirlas
en el plan de estudios. Tres grandes intereses Itzé está interesada en dedicarse en un
futuro a la investigación clínica, pero por el momento
desea involucrarse en la investigación básica con objeto
de tener una formación sólida, “la clínica
me gusta mucho porque para mí es muy importante no perder el
contacto con los pacientes”, comenta. Sin embargo, su gusto por
la medicina no le impide realizar otras actividades que también
son de su interés, ejemplo de ello es su pasión por el
deporte: “Formo parte del equipo de gimnasia aeróbica de
la UNAM y estoy ahí desde hace un año, tal vez no le puedo
dedicar todo el tiempo que quisiera, pero eso sí, mi prioridad
es la escuela. Otra cosa que me gusta hacer es el trabajo que realizo
en época de vacaciones en un campamento en Valle de Bravo con
niños de entre 5 y 12 años, allí organizamos actividades
que van desde hornear galletas hasta deportivas, como canotaje y ciclismo
de montaña, entre otras.” |