Se pone en marcha el Laboratorio de Electrofisiología
Clínica y Experimental en el HGM
Ante el grave problema de salud pública que representan las enfermedades del corazón, como la hipertensión arterial y la arteriosclerosis, las cuales ocupan el primer lugar en mortalidad en el país, el pasado 12 de abril se inauguró el Laboratorio de Electrofisiología Clínica y Experimental (LECE), ubicado en la Unidad de Medicina Experimental del Hospital General de México (HGM).
La electrofisiología clínica es un área nueva de la cardiología y consiste en el estudio de los fenómenos eléctricos del corazón. En esta ocasión el Hospital General de México y la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Facultad de Medicina, pusieron en marcha la Unidad de Electrofisiología para el tratamiento e investigación de enfermedades cardiovasculares. A la ceremonia de inauguración asistieron los doctores Alejandro Cravioto, director de la Facultad de Medicina de la UNAM; Francisco Higuera Ramírez, director del Hospital General de México; Luis Molina, jefe del Laboratorio de Electrofisiología Clínica y Experimental; José Mario Molina, premio Nobel de Química, como invitado especial; Eduardo de Anda Becerril, director del Departamento de Enseñanza, y Rubén Burgos Vargas, de la Dirección de Investigación del Hospital General de México. Momentos antes de la inauguración del LECE en el auditorio de la Unidad de Medicina Experimental, Luis Molina hizo un recuento de los antecedentes del laboratorio. La idea surgió en 1995 cuando el doctor Molina comenzó a buscar la posibilidad de montar un laboratorio de electrofisiología, y fue el Departamento de Fisiología de la FM el que le proporcionó un área para concretar el proyecto. La UNAM consiguió el polígrafo y los muebles; Selecciones Médicas, empresa mexicana dedicada a la distribución de equipo médico y material de curación, por conducto de su director, el señor Pérez Pérez, hizo un donativo de 12 sillas de trabajo. En 1993 Jorge Casablanca, de la empresa estadunidense Medtronic, propuso el diseño de un programa teoricopráctico para médicos extranjeros, con el propósito de que aprendieran las destrezas para colocar marcapasos, “... desde entonces hemos colocado 810 dispositivos de más de 50 mil pesos cada uno”, explicó. El responsable del LECE informó que desde hace más de siete años se han donado marcapasos de la más alta tecnología a pacientes de muy escasos recursos, convirtiendo al Hospital General en el centro más importante de cardioestimuladores del país. “Además de la donación, se adiestra a más de 30 médicos por año en las técnicas de colocación y programación de éstos, así como investigadores en los más diversos campos de la electrofisiología; algunos temas son: estimulación en diferentes sitios ventriculares para el tratamiento de la insuficiencia cardiaca y la prevención de la fibrilación auricular, utilización de nuevos catéteres para lograr mayor estabilidad y seguridad de estimulación, las características de la conducción en el tejido antrial y el nodo atrioventricular, y el comporta-miento y la evolución de los pacientes con síncope vasovagal”, enfatizó.
“La existencia del LECE de la FM en el Hospital General de México permitirá que se sigan haciendo progresos en la investigación y en la enseñanza en este campo, ayudando a la población más desprotegida de nuestro país.” Señaló que el HGM ha sido pionero en el campo de la electrofisiología, a partir de los trabajos del grupo de investigadores en el área de la electrocardiografía que reunió el doctor Ignacio Chávez, hasta la era de las ablaciones por radiofrecuencia y la estimulación artificial en la actualidad. Destacó también que fue el nosocomio donde se llevaron a cabo las primeras ablaciones con radiofrecuencia en América Latina para el tratamiento curativo de los pacientes con taquicardia. Por su parte, el director de la FM, doctor Alejandro Cravioto, habló de las áreas que forman parte de la Unidad de Medicina Experimental, las cuales fueron creadas durante su gestión. Subrayó que con un donativo de cinco millones que dio el entonces rector de la UNAM, José Sarukhán, administrado por el director de la FM, se pudo culminar la construcción del edificio de esta Unidad en diciembre de 1996. La Clínica para Trastornos de Sueño y la Clínica para Niños con Problemas de Sida fueron instituidas con el apoyo del rector Francisco Barnés de Castro en febrero de 1998. Con la ayuda del doctor Juan Ramón de la Fuente se fundaron dos nuevas áreas, el LECE y la de Salud Reproductiva, dirigida por el doctor Gregorio Pérez Palacio. Al hacer una evaluación de los logros alcanzados durante su gestión, el doctor Cravioto consideró que durante siete años se ha avanzado mucho en relación con la Unidad de Medicina Experimental, “… tenemos una unidad productiva eficiente, con gente joven que desea venir a adiestrarse, y en fecha próxima estarán funcionando la Unidad de Patología y el nuevo Departamento de Genética que será dirigido por Susana Kofman Epstein.” Aprovechó la oportunidad para hacer un reconocimiento al ingeniero químico Jesús Aizpurú Villegas, jefe del Departamento de Aprovisionamientos e Inventarios de la FM, por su labor en la adquisición del equipo del LECE. El doctor Francisco Higuera, director del Hospital General de México, reveló que aquí se atienden a 60 mil pacientes con enfermedades cardiovasculares al año, y que la Clínica de Electrofisiología significa un paso adelante para una institución que ha estado al cuidado de la salud del pueblo de México en los últimos 98 años. “Antiguamente la metodología y el instrumental terapéutico eran pocos, hoy, estas nuevas tecnologías permitirán la terapéutica y un mejor cuidado de los pacientes con trastornos de arritmias y de la conducción del corazón.” El director del HGM externó que los lazos que unen
a la institución con la UNAM son muy intensos y por ello la Unidad de
Medicina Experimental cumple con el desarrollo científico y tecnológico
que el país requiere.
Al término de la ceremonia, los representantes de ambas instituciones signaron un convenio de colaboración. En el documento se establecen los compromisos que deberán cumplir tanto el HGM como la FM. Entre las responsabilidades que tendrá esta última destacan: 1) promover la participación de estudiantes de licenciatura, maestría, doctorado o especialidad, para que realicen en la Unidad de Electrofisiología su servicio social, o bien su tesis (de grado o de posgrado), así como el otorgamiento de becas para estudios de posgrado o actividades de investigación; 2) proporcionar asistencia en electrofisiología clínica a los pacientes del HGM; 3) aportar el mobiliario y equipo necesarios para la realización de las actividades de investigación de la Unidad, de acuerdo con los lineamientos que la propia FM establezca para el manejo de sus recursos; 4) prever los recursos económicos para cubrir los gastos de operación y del mantenimiento de mobiliario y equipo científico, propiedad de la FM, que se instalen en la unidad, y 5) brindar las facilidades para la formación y el adiestramiento, así como la actualización del personal de investigación científica y tecnológica con que cuenta el HGM. Después de un recorrido por las áreas que integran el LECE, donde se podrán realizar estudios de ergometría, de cardioversión eléctrica, electrofisiológicos, de ablación con radiofrecuencia, así como pruebas de Holter y colocación de marca-pasos, el doctor Luis Molina, en compañía de las autoridades universitarias y del hospital, recibió de la empresa Medtronic, como donación, un desfibrilador para corazón modelo Life Pak 12, integrado con un estimulador externo, el cual permite reestablecer la frecuencia cardiaca cuando el paciente entra en paro. Los principales aparatos con que cuenta el LECE son una caminadora para pruebas de ergometría que permitirá conocer la respuesta cronotrópica del paciente, y un fluoroscopio de arco móvil, equipo y técnica radiográficos que consisten en la obtención de imágenes, utilizando el fenómeno de fluorescencia o la capacidad de emisión de luz de determinados compuestos químicos o metales, cuando interactúan con los rayos X. La imagen de luz generada puede ser visualizada de forma directa sobre una pantalla; ser transformada en señal eléctrica, mediante un fotomultiplicador que permite su cuantificación, o ser captada por una cámara de televisión que la transmite a un monitor, permitiendo el estudio directo y dinámico de los órganos. |