Seminario Permanente de Salud en el Trabajo El trabajo nocturno es una actividad poco estudiada en México En otro foro del Seminario de Salud en el Trabajo, la doctora Elia Enríquez, encargada del comité académico y científico de la Federación Nacional de Salud en el Trabajo, habló de los accidentes de trabajo, riesgos a la salud y de algunas propuestas de control sobre este tema. En su exposición titulada “Efectos en la salud por el trabajo nocturno y cambio de turno”, enfatizó que el ser humano está diseñado para dormir de noche y trabajar de día, por lo que no es posible que se modifique la estructura del organismo por el cambio de turno, “no existe una real adaptación, ya que durante la noche, despierto o dormido, se presenta disminución de los signos vitales (temperatura, absorción digestiva y actividad hormonal)”. Durante 35 años se han hecho estudios relacionados con el trabajo nocturno y se ha encontrado entre otras cosas que aumentan los riesgos por accidentes, se reduce la productividad, la destreza manual, la vigilancia, y sobre todo, el trabajador experimenta diversos problemas de salud. De acuerdo con las estadísticas, entre 70 y 80 por ciento de los trabajadores no han sido preparados para enfrentar la rotación de turnos. Se sabe que no es posible la adaptación al trabajo nocturno, pero sin embargo, se podría lograr estar mejor preparado para enfrentar esta exposición con un mínimo de problemas, dijo la especialista en medicina del trabajo. Se ha comprobado que el hombre requiere de un mínimo de siete días para ajustarse a los cambios de tiempo, sin embargo en nuestro país es muy frecuente que los cambios de turno se roten por semana, provocando que el organismo no se adapte, y esto redunda en la salud del trabajador y en la productividad de la empresa. Por otro lado, se sabe que la mayoría de los accidentes ocurren durante la madrugada, uno de los ejemplos más importantes fue el de Chernobil, causado alrededor de las cuatro de la mañana, cuando el periodo de sueño-vigilia se encuentra mayormente alterado. En lo que se refiere a la rotación de turnos, dijo que la cuarta parte de la población trabajadora de Estados Unidos labora en turnos nocturnos y se piensa que para el año 2005 llegará a la tercera parte. Mientras que en Canadá ya se estima que la tercera parte de su población trabajadora está en los turnos nocturnos. En Latinoamérica y México no hay estadísticas de la población que está en esas condiciones, además, se prevé que no se modificará esa situación. Entre las razones por las que no se pueden modificar los turnos nocturnos se encuentra principalmente la tecnología, algunas máquinas requieren de temperatura adecuada y trabajo de 24 horas, el apagado y el encendido ocasionaría grandes gastos económicos; otras razones son de tipo social tales como: hospitales, bomberos, comercios, etcétera. Al hablar de los problemas de salud que presentan los trabajadores nocturnos, señaló que van desde la privación del sueño, su calidad tanto en duración como en frecuencia, desórdenes digestivos, alteraciones en el humor que se manifiestan con irritabilidad provocada por fatiga crónica, así como depresión, hasta aumento de riesgos cardiovasculares, problemas familiares y cada vez más ausentismo en el trabajo. En un estudio realizado, se encontró que 75 por ciento se sentían aislados y solitarios, existía 30 por ciento más de divorcios; 85 por ciento de los encuestados no duermen las ocho horas, muchas veces no concretan su ciclo de sueño por razones familiares, sociales o por otro empleo. Los desórdenes digestivos que se encontraron fueron: problemas pépticos, anorexia, dolor estomacal y obesidad. Además se observó que los riesgos cardiovasculares son originados por una dieta alta en carbohidratos y por el aumento de tabaquismo. En lo que se refiere a los ritmos circadianos (a través de los cuales se puede provocar una desincronización interna, así como desarrollar una enfermedad), encontraron que el aspecto inmunológico se ve disminuido, causando con mayor facilidad enfermedades virales. Por otro lado, se observó que se emplea en los turnos nocturnos a individuos que además de rotar turnos tienen enfermedades como epilepsia y diabetes, “situaciones que deberían estar contraindicadas, razón por la que es necesario que se desarrollen más estudios en México y así poder legislar este problema”. Además explicó que los periodos de sueño no se modifican. En los ritmos circadianos a la primera fase se le llama sueño profundo, donde ocurren los procesos de crecimiento celular, y la segunda, sueño MOR (movimiento ocular rápido o REM en inglés), o complementario, donde el sistema nervioso central organiza toda la información de la experiencia que se vivió durante el día, la cual se integra a la memoria. Motivo por el cual, dijo, es importante ayudar al trabajador nocturno a afrontar su situación laboral, recomendándole métodos que pueda adoptar para descansar y reponer el sueño perdido. También es importante, dijo, la motivación, proponer actividades físicas, integración social, y que la rotación se realice por lo menos cada 15 días; establecer programas para orientar la dieta de los trabajadores nocturnos, así como realizar un esquema de tratamiento y entendimiento de los problemas de salud, haciendo un diagnóstico situacional de la población trabajadora nocturna en México, para responder a esta problemática. “Nos hemos percatado de que no existe un criterio al respecto, es más, en la Ley Federal del Trabajo tampoco existe una política, y es importante que se estudie para dar una mejor atención a los trabajadores”, finalizó la doctora Enríquez. |