Mensaje del rector Juan Ramón de la Fuente 23 de marzo, sesión ordinaria del Consejo Universitario en la Antigua Escuela de Medicina Honorable Consejo Universitario: Un Congreso que permita, en los hechos, afirmar la autonomía de la Universidad y robustecer los principios de la libertad de cátedra y de investigación, al tiempo que fortalezca su función social, su carácter público y su naturaleza como institución nacional descentralizada del Estado, con plena capacidad jurídica. Tal y como lo informamos en la última reunión de este H. Consejo, a partir de los primeros días de noviembre del año pasado, iniciamos una serie de reuniones con prácticamente todos los consejeros universitarios, así como con diversos miembros de la comunidad: consejos técnicos, colegios y asociaciones de profesores y grupos de egresados, alumnos y trabajadores, a fin de conocer sus puntos de vista en relación con la organización, el carácter, la integración y los posibles temas a incluir en el Congreso Universitario, así como los mecanismos que nos permitan estimular la participación más amplia posible de la comunidad universitaria, sin exclusiones ni excepciones. Como era de esperarse, en estas reuniones se puso de manifiesto, una vez más, la gran diversidad de opiniones que los universitarios tenemos sobre la organización del Congreso. Pero también quedó suficientemente claro que la inmensa mayoría de los miembros de este Consejo Universitario y de la comunidad en su conjunto consideran necesario hacer el Congreso, para lanzar la Reforma a partir de las resoluciones que ahí se alcancen. Un punto que ha sido motivo de largas discusiones y de puntos de vista controvertidos, se refiere a la Comisión Especial de este Consejo Universitario que se encargue de convocar y definir la organización del Congreso. Toca al Consejo Universitario asumir esa grave responsabilidad y dar los pasos necesarios para avanzar ya, de manera que el Congreso pueda realizarse lo más pronto posible. La Comisión Especial de este Consejo encargada de la organización del Congreso debe surgir con el mayor consenso posible. En ella deben estar representados todos los sectores de la comunidad, las diversas corrientes que la conforman y nutren, y las figuras académicas más significativas y con mayor autoridad moral, que constituyen nuestro mejor garante de autonomía e independencia y, sobre todo, de que los intereses de la Universidad habrán de anteponerse a los de cualquier persona o grupo. Para formular las propuestas sobre la configuración de esa Comisión Especial del Consejo Universitario, y como resultados de las múltiples reuniones que hemos sostenido, a las que ya hice referencia, me permito proponer la formación de un grupo de trabajo que, en un plazo no mayor a 15 días hábiles a partir de esta fecha, quede formalmente constituido. Este grupo de trabajo tendría como única misión presentar a la consideración del pleno del Consejo Universitario, en los tiempos que el propio Consejo determine, la fórmula o fórmulas posibles para configurar dicha Comisión Especial, analizando para ello toda la información disponible y haciendo las consultas adicionales que estimen pertinentes. El grupo de trabajo estaría conformado por 15 Consejeros Universitarios y por el coordinador para la Reforma Universitaria, sin que por ello adquiriera ni los derechos ni las prerrogativas que son propios de los consejeros universitarios. La configuración del grupo de trabajo que tendría exclusivamente las funciones ya enunciadas sería la siguiente: Seis consejeros estudiantes, seis consejeros académicos, dos consejeros directores y un consejero trabajador administrativo. La Legislación Universitaria confiere al rector, en la Fracción III del Artículo 34 del Estatuto General, la facultad de proponer al Consejo Universitario la designación de los miembros de las comisiones permanentes y especiales; sin embargo, por la trascendencia de este asunto, considero fundamental que sean los propios consejeros los que decidan quiénes deben integrar este grupo de trabajo. En consecuencia el rector, para cumplir con lo establecido en nuestro estatuto, hará suyos los nombres que ustedes propongan. De esta manera todos ganaremos en transparencia y legitimidad. De aprobarse esta propuesta, a partir de la próxima semana el coordinador de la Reforma Universitaria se reuniría con los consejeros estudiantes para que ellos propongan a los seis integrantes que los representen en el grupo de trabajo, y por separado con los consejeros académicos para que hagan lo propio. Nos reuniríamos también con los consejeros directores para conocer sus propuestas y poder cumplir así en tiempo y forma con nuestra legislación y con nuestra obligación de avanzar en la organización del Congreso. Con esta propuesta refrendo el compromiso que adquirí con la comunidad universitaria de impulsar, con base en las atribuciones que me confiere la legislación como Presidente de este Honorable Consejo, las medidas que nos permitan avanzar hacia la Reforma Universitaria. |