¿Dónde esta la universidad académica? · Fuerza pública para resguardar a la UNAM Como parte de las jornadas de protesta ante la falta de solución a su pliego petitorio y para impedir la sesión del Consejo Universitario, el Consejo General de Huelga (CGH) bloqueó los accesos de entrada al edificio de Rectoría desde las 6:10 horas del miércoles 5 de abril. Esta sería la primera sesión del Consejo Universitario desde que se recuperaron las instalaciones de la UNAM, el 6 de febrero pasado. Los paristas pernoctaron en unas 30 casas de campaña, colocaron una manta en la entrada principal de Rectoría en la que exigían la solución a los ahora siete puntos del pliego petitorio, pues demandan además la liberación de los detenidos. Antes del amanecer, en la puerta del sotano que es estacionamiento del edificio principal de Ciudad Universitaria, aproximadamente 20 paristas colocaron palos y piedras para impedir el acceso vehicular, mientras que otros avivaban una fogata muy cerca de la entrada en medio del campamento que padres de familia de los aún detenidos mantiene ahí, desde hace más de un mes. Los paristas señalaron que esta acción es en respuesta "al Congreso amañado y antidemocrático" al que convocan las autoridades en las diferentes escuelas y facultades. Por su parte, Alberto Pérez Blas, secretario de Rectoría, dijo que "la violencia propiciada por el CGH en esta semana dificulta el proceso de reconciliación, sin embargo, el grupo estudiantil con su agresividad da muestras de debilidad". Como se esperaba, el CGH se mantuvo frente a la Torre de Rectoría e impidió que sesionara el Consejo Universitario. El Consejo revisaría la cuenta anual de 1999, discutiría el presupuesto del año 2000, el esquema de seguridad de la máxima casa de estudios y tomaría protesta a tres nuevos directores: de la Facultad de Derecho, la Escuela Nacional de Trabajo Social y la FES Zaragoza. Alrededor de las 8 horas del 6 de abril, el secretario de Rectoría ingresó a la explanada de Torre y solicitó entrar al edificio. Al ser impedido por una valla humana, preguntó:
- Hasta que salgan nuestros compañeros de prisión, contestó un parista. - ¿Este es un acuerdo del CGH? ¿se toma como tal?, insistió Pérez Blas. Poco a poco fueron llegando los consejeros, se presentaron cerca de 90 de los más de 120 que integran el máximo órgano colegiado de la UNAM; de los cuales algunos fueron agredidos por los jóvenes paristas. Horas más tarde el CGH retiró los bloqueos en los accesos a la explanada de Rectoría, aunque advirtió que mientras haya un solo universitario preso, no dejará que sesione el Consejo Universitario. A través de un comunicado, señaló al Consejo Universitario como el responsable directo de lo que ha acontecido en la UNAM. La abogada general de la UNAM, Elvia Arcelia Quintana, levantó actas ante el órgano de justicia de la Universidad, contra quienes resulten responsables de los hechos. Los paristas que se identificaron como agresores podrían incluso ser expulsados, si así lo considera el tribunal universitario, esto de acuerdo a las faltas que cometieron que la Legislación Universitaria considera como graves. El secretario general, Enrique del Val Blanco, informó que en el caso de los paristas que impidieron la sesión de Consejo del 5 de abril, las actas no serán por el bloqueo sino por las agresiones a los consejeros. El viernes 7 de abril, jóvenes paristas preparatorianos asistieron a la Dirección General de Preparatorias donde pretendían realizar un mitin pacífico para demandar solución a las irregularidades en los resultados de sus exámenes extraordinarios. Momentos después, los manifestantes intentaron ingresar a la explanada del edificio para leer un comunicado, lo que les fue impedido por trabajadores de la misma dependencia iniciándose un forcejeo entre las partes, donde resultaron golpeados tres trabajadores. A raíz de los hechos, Héctor Herrera, titular de la Dirección General de Preparatorias, levantaría actas de expulsión ante el tribunal universitario. A pesar de todo esto, el 10 de abril, el rector Juan Ramón de la Fuente hizo una invitación al CGH para reanudar el diálogo al día siguiente en el auditorio "Alfonso Caso". La primera ronda de diálogo, y los subsecuentes encuentros, entre la Rectoría y el CGH no produjeron resultados, sólo evidenciaron la imposibilidad de dialogar. Las autoridades desconocieron el papel de interlocutor único que se adjudican los estudiantes inconformes y éstos a su vez demandaron respeto a los acuerdos del 10 de diciembre, también rechazaron la presencia de la PFP en las instalaciones universitarias y exigieron resolutividad. Al concluir la jornada, las autoridades invitaron a continuar el encuentro al día siguiente. Por la noche, el Consejo General de Huelga que había anunciado un paro de 24 horas para el día siguiente, cerró 14 planteles como parte de su plan de acción. En el campus universitario, las facultades de Filosofía y Letras, Economía, Ciencias y Ciencias Política y la Escuela Nacional de Trabajo Social. Fuera del campus universitario cerraron la Escuela Nacional de Artes Plásticas, la FES Zaragoza, las preparatorias 2, 4, 7, 8 y 9, así como las planteles Vallejo y Azcapozalco del Colegio de Ciencias y Humanidades. El miércoles 12 de abril, la comisión de Rectoría se presentó en el auditorio "Alfonso Caso" en espera de los jóvenes, cuyos representantes no asistieron. El paro de actividades académicas y administrativas abarcó 23 planteles. En cuatro de ellos fue activo, pues se tomaron clases y se realizaron acciones extracurriculares; en dos de los planteles la comunidad impidió el cierre de las instalaciones y en uno fue sólo por unas horas. El CGH anunció que para el jueves, desde las siete de la mañana formaría una valla humana para impedir el acceso de los miembros del Consejo Universitario a la Torre de Rectoría. El Consejo Universitario convocado para sesionar el 13 de abril decidió que en caso de ser bloqueada la entrada a la Torre de Rectoría se trasladaría al recinto de la Antigua Escuela de Medicina para desahogar una amplia agenda de trabajo. Tal y como se esperaba el CHG trató de impedir al mediodia la sesión e intentó abrir con ganzuas la puerta del Palacio. Ante la amenaza de destrucción de un edificio declarado por la UNESCO patrimonio cultural de la humanidad, las autoridades universitarias solicitaron la intervención de la fuerza policiaca al gobierno del Distrito Federal. Minutos después un nutrido cuerpo de granaderos acudió a resguardarlo, y fue así como finalmente pudo llevarse a cabo la sesión. El rector, en su primera intervención en el pleno del Consejo Universitario, leyó un mensaje de seis cuartillas en donde advirtió que la violencia en la Universidad no cesa "y amenaza con reeditar uno de los capítulos más sombríos y onerosos de su historia, con el agravante de poner en riesgo su futuro" y preguntó: "¿Dónde está la Universidad académica? ¿Acaso la hemos perdido, ya para siempre? Si no somos capaces de rescatarla ahora, mucho me temo que no la rescataremos nunca". Y también diría: "Me rehuso a aceptar que el camino del diálogo y la reconciliación están cerrados, pero también me rehuso a aceptar la violencia que se cierne, cada vez más amenazante, sobre la vida cotidiana de la institución. Sé que el rector debe contar con ciertos márgenes de acción que le permitan dirimir contradicciones". Fue la frase que pronunció dos veces y que hizo efectiva cerca de las 22 horas cuando anunció al pleno que solicitaría la presencia de las fuerzas de seguridad en el campus, "el rector asumirá sus responsabilidades y enfrentará las consecuencias". Setenta y uno de los noventa y dos consejeros con derecho a voto se sumaron espontáneamente a la propuesta. Tal solicitud será solamente para el periodo del 14 al 24 de abril. Durante la sesión se acordó también transformar el sistema de vigilancia de la Universidad con las siguientes directrices: un esquema descentralizado con cuerpos de vigilancia independientes por cada entidad académica y dependencia administrativa; cada identidad será responsable de la vigilancia en sus instalaciones, para lo cual se les asignará el personal, los recursos y presupuestos necesarios; la vigilancia en accesos y áreas comunes seguirá siendo responsabilidad de la Dirección General de Servicios Generales. Asimismo, se aprobó la creación de la Comisión Especial de Seguridad. La Comisión de Trabajo Académico aprobó la propuesta de otorgar un año escolar adicional para concluir sus estudios a los alumnos que estaban inscritos en el semestre 1999-2 o que ingresaron al semestre 2000-1. Al finalizar la sesión, Agustín Rodríguez, líder del sindicato de trabajadores, anunció que la dirigencia analizará la posibilidad de emplazar a huelga a esta casa de estudios por considerar que la petición de vigilancia por parte de los cuerpos de seguridad federal y locales que hizo el Rector, viola el contrato colectivo de trabajo, ya que esa es su "materia de trabajo". |