El virus sincitial respiratorio (RSV), es considerado a nivel mundial como el patógeno
principal de las vías respiratorias inferiores en infantes y en niños pequeños, se estima
que causa aproximadamente un millón de muertes al año. Este agente es además
responsable de infecciones en el tracto respiratorio superior en adultos, de infecciones
pulmonares severas y de consecuencias fatales en personas de edad mayor.
El RSV puede infectar infantes aún en presencia de anticuerpos maternos, reinfectar
a pesar de existir anticuerpos neutralizantes, aunque segundas y subsecuentes
reinfecciones son generalmente menos severas que la infección primaria. Por otra
parte, en los años 60 se utilizó el virus inactivado en campañas de vacunación, el
resultado fue contraproducente, ya que por reinfección, los niños vacunados
mostraron cuadros más severos que a los que no se les administró la vacuna. De tal
manera que las reinfecciones se presentan a pesar de que se tengan anticuerpos
antivirales a altas concentraciones, lo cual sugiere que el RSV interfiere con una
respuesta inmune efectiva. Sin embargo, muchos niños logran recuperarse de la
infección por RSV, indicando que pueden eliminar al virus.
Probablemente los macrófagos alveolares juegan un papel importante en la respuesta
inmune del RSV, se encuentran en alto porcentaje en los lavados broncoalveolares, y
son las células inmunes con las que primero tiene contacto el virus cuando infecta,
además se les considera como las principales células inmuno-efectoras de las vías
respiratorias. Por otro lado, tanto estudios in vitro como in vivo han demostrado que
estas células son susceptibles y permisivas a la infección por RSV.
Reportes de los efectos de la infección aguda por RSV en macrófagos alveolares in
vitro e in vivo indican que algunas propiedades inmunes tales como la producción de
citocinas y la fagocitosis no mediadas por receptores se encuentran alteradas.
La persistencia del virus en el organismo no ha sido comprobada, sin embargo, existen
evidencias circunstanciales que permiten asociarla con cuadros clínicos de
enfermedades respiratorias crónicas tales como bronquitis, además se ha aislado de
pacientes que presentan la enfermedad de Paget.
Con base en lo mencionado anteriormente consideramos importante estudiar el efecto
de la persistencia del RSV en propiedades inmunes de macrófagos en un modelo in
vitro.
El modelo experimental consiste en un cultivo de la línea celular murina con
características similares a macrófagos (P388D1) persistentemente infectado con el RSV
cepa Long. La infección se hizo a una baja multiplicidad de infección, y después de
pases subsecuentes por más de un año se ha confirmado la persistencia del virus a
través de: titulación de virus infeccioso extra e intracelular, determinación de proteínas
virales (inmunoblot), inmunofluorescencia indirecta y PCR.
Una vez confirmada la presencia del virus en el cultivo, hemos determinado hasta
ahora la actividad fagocítica, la producción del anión superóxido (O2) y la presencia del
factor de necrosis tumoral alfa TNF-Ó, utilizando como referencia un cultivo de las
mismas células pero sin infectar.
La fagocitosis específica mediada por receptores Fc para IgG, se llevó a cabo
opsonizando eritrocitos de carnero con un anticuerpo monoclonal de ratón. Los
cultivos se expusieron a un tiempo determinado con estos eritrocitos, y a través de
una reacción colorimétrica en presencia de la 3'-3-Diaminobencidina y H202 se
determinó dicha actividad medida por densidad óptica. Los resultados que se
obtuvieron revelan que la fagocitosis específica se encuentra aumentada en los
diferentes pases del cultivo persistente con respecto a la línea celular no infectada, el
incremento fluctúa de 33 a 66 por ciento.
La determinación de la fagocitosis inespecífica o no mediada por receptores, se hizo
con el mismo fundamento que en el ensayo anterior, pero con eritrocitos no tratados,
los resultados que se obtuvieron no muestran una diferencia significativa, entre el
cultivo persistente y el no infectado.
La determinación de la actividad del anión superóxido se llevó a cabo a través de la
reducción intracelular del nitroazul de tetrazolium, el cual se reduce a formazan y
precipita en presencia del anión superóxido y éste puede ser medido por densidad
óptica sobre los cultivos celulares. Los resultados que se obtuvieron indican que la
actividad de este anión en el cultivo persistente aumenta de 2 a 23 por ciento respecto
a las células sin infectar.
La actividad citotóxica del TNF-Ó en los sobrenadantes de los cultivos de macrófagos,
fue determinada a través de un ensayo biológico sobre células L929 tratadas con
actinomicina D. Para este ensayo se probó un sobrenadante de macrófagos sin
infectar, así como los sobrenadantes de diferentes pases del cultivo persistente. El
control se hizo con TNF-Ó recombinante diluido en medio y el control negativo
corresponde al medio solo. Se descartó la posibilidad de que la infectividad de los
sobrenadantes interfiriera con el ensayo, irradiando éstos con luz UV.
Según los resultados obtenidos, la actividad citotóxica en los asobrenadantes de los
cultivos persistentes decrece de 2.5 a 29.8 por ciento en comparación con los
sobrenadantes de los cultivos no infectados.
Los resultados sugieren que la persistencia del virus altera las propiedades inmunes
del macrófago y que estos cambios difieren de los reportados por infección aguda de
macrófagos con el virus. Cabe señalar que no podemos relacionar directamente los
resultados de ambos tipos de cultivo, puesto que se trata de modelos experimentales
distintos.
*Este trabajo ha sido desarrollado en el laboratorio de virología dirigido por la doctora
Beatriz Gómez García del Departamento Microbiología y Parasitología de la Facultad
de Medicina en colaboración con el doctor Enrique Ortega y el doctor Guillermo Alfaro
del departamento de Inmunología del Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM.