Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
10 de abril 2002


Regresar al índice

Simposio en la Academia Nacional de Medicina

La educación médica contemporánea

El avance constante del conocimiento y la tecnología aplicada a la ciencia médica son motivo para mejorar los planes y programas de enseñanza en esa área, de manera que expertos analizan tanto la vocación humanista como la científica, la formación de médicos y los aspectos educativos que sólo pueden ser explicados por quienes participan de la formación de los futuros profesionales de la salud.
Dr. Octavio Rivero Serrano

Por tal motivo, la Academia Nacional de Medicina reunió a destacados médicos como Octavio Rivero Serrano, Roberto Kretschmer, José Narro y Alejandro Cravioto, quienes abordaron diferentes aspectos de la educación médica contemporánea.

Cabe destacar que en la sesión del 6 de marzo de la Academia Nacional de Medicina, la doctora María Eugenia Ponce de León dio lectura a su trabajo de ingreso: “Estudio comparativo de la aplicación de un examen diagnóstico en posgrado, utilizando dos formatos (por computadora e impreso)”.

Al iniciar el simposio: La educación médica contemporánea, coordinado por el doctor Cravioto, director de la Facultad de Medicina, el ex rector de la Universidad Nacional, doctor Rivero Serrano, explicó conceptos fundamentales de la vocación humanística en el médico.

Así, dijo que el galeno bien formado es aquel que además de conocer de las ciencias médicas, tiene una vocación humanista, que cultiva las ciencias que enriquecen el espíritu; este médico, además de tener una comprensión más amplia del fenómeno salud-enfermedad, está posiblemente más inclinado a ejercer una medicina humanitaria. De esta manera señaló que el reto actual es formar generaciones de profesionales con ese perfil, en un mundo donde la ciencia vive junto al avance tecnológico, y un sector de negociantes de la medicina inducen la idea de que los nuevos recursos tecnológicos son todo lo que se necesita para atender bien a los enfermos.

Más adelante, el también profesor emérito resaltó que la inquietud y preocupación por la deshumanización de la medicina comenzó y se incrementó en la segunda mitad del siglo XX; Ignacio Chávez se adelantó alertando sobre este fenómeno. Asimismo señaló que el estado actual de la medicina tiene que ver con el dilema: medicina, ciencia y técnica contra la medicina humanista.
Dr. Roberto Kretschmer

También, señaló que es lamentable que se estén perdiendo, por los avances científicos y tecnológicos, recursos que han demostrado su utilidad durante siglos, cuando la ciencia y la tecnología de la medicina eran de penosa eficacia y entonces se quedaba sólo con los recursos que no eran otros que los derivados del contacto personal y humano del médico y del paciente, de la empatía, de la preocupación del galeno por el sufrimiento del enfermo, de la amistad, del afecto, de la entereza del médico no sólo por la enfermedad del órgano sino por la integridad biológica y espiritual del paciente.

A este respecto dijo que el sufrimiento y el padecer del enfermo y de su familia no se curan sólo con medicamentos, por lo que plantea que el reto es convencer a los jóvenes médicos y a los estudiantes de medicina, a los residentes, de la actitud cotidiana de un acto humanitario, y la necesidad de ese contacto humano, todavía de mayor importancia en los casos graves, en los crónicos y en aquellos que parecen ser un problema orgánico.

“La deshumanización ha dejado de ser preocupación de unos cuantos, la de los formadores de médicos se refleja en numerosos artículos sobre el tema que se han publicado en los últimos años. El humanismo como prioridad en el ejercicio médico no puede ser sustituido por la sola presencia de la tecnología”, concluyó.

Sobre la vocación científica, el doctor Kretschmer, manifestó que no es posible entender la educación médica sin investigación, ya que la educación científica es necesaria porque es la aseguradora de ese espíritu de duda y de una medicina verdadera.

El científico activo del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) señaló, al recordar a Doshua Lederberg y preguntarse por qué investigar: “…para mostrar los cambios, porque detenerse es retroceder”. Asimismo, mencionó que en 1924 Ignacio Chávez decía: “No tenemos derecho a pedir que nos conozcan si nada producimos, mientras seamos un reflejo de las escuelas extranjeras, mientras nos concretemos a seguir, y no siempre de cerca, el movimiento científico mundial, mientras nuestros autores no sean leídos y discutidos en el extranjero, este país nuestro no existirá nunca en el mundo de los sabios”, y tuvo razón, años después México ha preservado su segundo lugar en Latinoamérica en términos de calidad e investigación biomédica.

Además recalcó que la investigación biomédica en México es muy ética porque consume menos de cinco por ciento de los recursos asignados para investigación; sin embargo, es necesario que aumente a uno por ciento del producto interno bruto para lograr sus objetivos.
Dr. José Narro Robles

Por su parte, el doctor José Narro Robles, coordinador de la Reforma Universitaria, dirigió su intervención a hablar de la herencia de Flexner, así como de las ciencias básicas, el hospital, el laboratorio y la comunidad, haciendo una comparación con las escuelas de medicina que forman malos médicos.

De esa manera señaló que Abraham Flexner, educador estadunidense nacido en 1876, recibió en 1908 la encomienda de la Fundación Carrintong para el avance de la enseñanza de efectuar un reporte en el que se pusiera bajo el microscopio a la educación médica y a las escuelas de medicina de Estados Unidos y Canadá; entre sus aportes teóricos, prácticos y analíticos a la educación médica sobresale el Reporte Flexner.

Después de describir cómo se llevó a cabo este Reporte, el especialista explicó que sus planteamientos, en particular los dedicados a la enseñanza básica y clínica, transformaron radicalmente la educación médica primero en E.U. y Canadá, y después en prácticamente todo el mundo. Éste fue un mecanismo reordenador de la educación médica.

Para México, dijo, el Reporte aún tiene validez, cuando sin duda algunas escuelas se plantean la pertinencia de hacer la reforma educativa para el siglo XXI, otras no pasarían el escrutinio de tres meses. Basado en aspectos importantes del Reporte señaló que las instituciones educativas son sensibles a las críticas externas y en particular a la comparación desfavorable con sus pares; el único conocimiento que tiene la sociedad respecto de una institución educativa es el que deriva de la información que esta misma da; uno de los problemas por resolver en el futuro consiste en instruir a la sociedad para que aprecie que un paciente pocas veces se beneficia de lo que el estado actual del conocimiento le puede ofrecer para su padecimiento, la correcta educación de la opinión pública es uno de los problemas de la educación médica en el futuro. En los últimos años se ha registrado una enorme sobreproducción de médicos mal preparados, lo cual se ha presentado sin ninguna consideración respecto de las necesidades de la población; este fenómeno se debe en buena parte a la existencia de un número muy importante de escuelas de medicina comerciales que viven en razón de la mercadotecnia, que dirigen a una masa de jóvenes mal preparados.

Asimismo, señaló que hasta recientemente el establecimiento de una escuela de medicina ha probado ser un negocio rentable, ya que los métodos de enseñanza han sido fundamentalmente teóricos; las universidades han cambiado en buena parte al no evaluar adecuadamente los avances de la educación médica y el costo creciente de médicos; muchas universidades, deseosas de aparentar que cuentan con un espectro completo, han establecido escuelas de medicina sin reparar en los estándares requeridos y en los costos que esto implica; la existencia de muchas de las escuelas ineficientes e innecesarias se justifica con el argumento de que sirven a jóvenes de bajos recursos, el argumento defiende en realidad a las miserables escuelas y no a los jóvenes pobres; en virtud de todos estos hechos, el futuro parecería plantear la necesidad de contar con un número reducido de escuelas de medicina mejor equipadas y mejor organizadas que el que ahora tenemos, e igualmente, las necesidades de la sociedad plantean la pertinencia de tener menos médicos graduándose cada año pero con una mejor preparación.

“Si somos honestos, tendremos que reconocer que parte de nuestra realidad es compatible con la reflexión flexneriana de hace casi 100 años. Pronto tendremos que hacer algo, de hecho pronto tendremos que hacer mucho; a la sociedad se le debe asegurar en todo momento que quien practica la medicina en cualquier etapa de su vida profesional, es capaz y competente, que tiene los conocimientos, las habilidades y la actitud necesaria para fungir como tal.
Dr. Alejandro Cravioto

La herencia de Flexner sigue siendo importante, sus conceptos y recomendaciones tienen eficiencia y son aplicables en nuestro medio; las ciencias básicas y los laboratorios y gabinetes siguen teniendo un papel fundamental en la formación del médico; el hospital y la enseñanza clínica son claves en la tarea; los recursos complementarios, bibliotecas, museos y ayudas educacionales resultan importantes; la educación médica de calidad cuesta y hay que encontrar el financiamiento requerido.

Todo lo anterior es cierto pero también lo es que en 100 años muchas cosas han cambiado. Aseguró que en México existen más de 70 escuelas de medicina con una calidad irregular y en ellas se están formando decenas de miles de estudiantes. La demanda está creciendo, en la UNAM es la carrera más solicitada.

Por lo anterior, dijo que en la preparación de los médicos del siglo XXI se deberán considerar no sólo los principios flexnerianos sino también la participación de las ciencias epidemiológicas y de la conducta, de las ciencias sociales y economicoadministrativas, y lo que es más, las ciencias básicas tradicionales, las cuales ya no resultan suficientes.

Finalmente, al hablar de la formación de los médicos y especialmente del modelo tutorial al aprendizaje a distancia, el doctor Cravioto, director de la Facultad de Medicina, señaló que existen tres modalidades de enseñanza: grupal, tutorial y a distancia asistida por computadora. De manera que no existen limitaciones para utilizar experiencias mixtas de aprendizaje utilizando las tres modalidades en un contexto curricular particular.

Asimismo, dijo que la enseñanza grupal es la forma más tradicional de transmitir conocimientos, mientras que la tutelar involucra el contacto continuo y directo de profesor-alumno, en esa relación el profesor realiza la función de facilitador del aprendizaje del estudiante que tiene bajo su tutela, con un ritmo trazado por la capacidad del alumno para aprender.

Este proceso de enseñanza tiene un marcado carácter humanista, por atender el desarrollo del individuo bajo un clima de confianza, seguridad, comunicación pedagógica y flexibilidad del proceso docente, lo cual permite una retroalimentación constante, así como un reajuste del currículo, aspectos sumamente útiles para la evaluación del aprendizaje.

Por otra parte, señaló que la presencia de la tecnología informática (Internet) conlleva importantes implicaciones para la educación médica y la atención a la salud. “Estos avances traen nuevos desafíos al transformarse en componente central de los ambientes de aprendizaje, imponiendo cambios en la manera en que se enseña la medicina, y sobre todo, en la forma como los alumnos aprenden.”

El uso casi constante de esta nueva tecnología a nivel internacional es una de las razones más poderosas para que el futuro médico se capacite en ellas y las utilice para mejorar su preparación, de manera que la capacitación en comunicaciones e informática debe verse como una prioridad para los estudiantes de medicina que serán, a lo largo de la vida, profesores, alumnos, clínicos, investigadores y administradores. Además, el doctor Cravioto enfatizó que el alumno se beneficia del aprendizaje a través de la computadora, pero sin duda tiene que saber cómo evaluar los datos que le ofrecen los numerosos aparatos digitales que intermedian entre el paciente y el médico, finalizó.

 

Regresa...