Rindió la SMHyFM un homenaje al doctor Francisco Fernández del Castillo Fundador del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la FM Al dar inicio al XLV Programa Académico Anual de la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina (SMHyFM) los miembros de esa agrupación rindieron un homenaje al doctor Francisco Fernández del Castillo, destacado historiador de la medicina mexicana, el pasado 28 de febrero en el auditorio de la Academia Mexicana de Cirugía de la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS. El evento reunió a personalidades de la comunidad médica, entre ellos los doctores José Sanfilippo, coordinador del Departamento de Enseñanza de Historia y Filosofía de la Medicina de la FM y quien fungió como coordinador del simposio; Carlos Viesca, jefe del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la FM; Carlos Fernández del Castillo, miembro del la Sociedad y sobrino del historiador, y Emilio García Procel, secretario general de la Academia Nacional de Medicina e integrante de la Sociedad, quienes hablaron de la vida y obra del distinguido médico fallecido el 13 de noviembre de 1983.
El doctor Sanfilippo hizo una breve semblanza de la vida del doctor Fernández del Castillo y de su quehacer en la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina. El también profesor de historia de la medicina señaló que el médico historiador marcó el inicio de la era de la historia de la medicina mexicana contemporánea, creó una escuela y se preocupó con gran pasión por la enseñanza y la divulgación de los estudios historico médicos. “Esas preocupaciones por la investigación historicomédica han dado como fruto que sus seguidores llegaran a la profesionalización de esta especialidad de la medicina, que ha tenido sus logros más recientes con la firma de un convenio entre los rectores de la UNAM y la Universidad de Salamanca, celebrado los últimos días del mes de enero de este año. En él se planteó la implementación de un posgrado con un programa conjunto entre las dos instituciones; esta sociedad ha tenido mucho que ver con ese logro, ya que ha sido un foro para los estudiosos de esta disciplina, así como un apoyo importante para el Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, de la FM de la UNAM”, explicó. En la analogía, el doctor Sanfilippo ilustró la vida del doctor Fernández del Castillo, quien nació en la ciudad de México el 10 de diciembre de 1899, en el seno de una familia llena de cultura y tradición; su infancia y juventud transcurrieron entre pericias e interesantes aventuras efectuadas durante el periodo revolucionario. Estudió en la Escuela Nacional de Medicina, de donde egresó en mayo de 1922, y se incorporó cuatro años después como profesor de la misma, durante 57 años permaneció en esta institución ocupando múltiples cargos, entre los que puede mencionarse el de fundador y jefe de los Departamentos de Farmacología y de Historia de la Medicina, miembro del Consejo Técnico, secretario general, director interino en varias ocasiones y profesor emérito. También dio clases en la Escuela Nacional Preparatoria y en la de Odontología, en donde fundó el Departamento de Farmacología; trabajó como médico en el Hospital Juárez, el Hospital General de México, el Hospital de Jesús y en la Cruz Roja. Asimismo, el doctor Fernández del Castillo perteneció a innumerables sociedades y academias, entre las que destacan la Nacional de Medicina, la Mexicana de Cirugía, la Nacional de Ciencias, la Mexicana de Historia y Geografía y la Mexicana de la Lengua. El doctor Sanfilippo calificó al doctor Fernández del Castillo como un prolífico escritor, quien publicó 15 libros y más de 300 artículos en innumerables revistas, principalmente en El Médico y la Gaceta Médica de México; muchas de sus obras, apuntó, son fundamentales como punto de partida para diversos investigadores en el campo de la historia de la medicina mexicana. Durante su mensaje el doctor Viesca evocó la obra literaria del que fuera en algún momento su maestro. Indicó que la vocación del doctor Fernández del Castillo por la historia fue de forma temprana. “Alternaba la práctica médica con la realización de estudios históricos, su primer libro fue La cirugía mexicana de los siglos XVI y XVII, un pequeño volumen de unas cuantas páginas, pero con una riqueza de información que todos nosotros hemos tenido que buscar allí, para obtener orientaciones.” El jefe del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina habló del legado académico del médico historiador: “El maestro nos enseñó que la historia no es una ciencia blanda sino que tiene rigor, que debe ser ejercitado para establecer nuevos conocimientos e investigación. Él decía que se acercaba una época analítica que permitiría obtener teorías, pero con gran conciencia nos insistía que aún no estábamos en ella. Ahora, prácticamente a 20 años de su muerte, podemos decirle con gusto que ya llevamos un rato incursionando en ella y que siguiendo su senda nos ha ido bastante bien. Todos los que trabajamos y convivimos con él recordamos cómo sabía perfectamente en qué lugar de los más de cien volúmenes de la Gaceta Médica de México estaba determinado artículo, personaje o tema.” Asimismo, el doctor Viesca explicó que don Francisco, como le decían de cariño, incursionó en detalles biográficos de muchos médicos que permitieron el desarrollo de la medicina en nuestro país. “En su obra se pueden identificar algunos momentos históricos de la medicina mexicana, uno de ellos a partir del segundo tercio del siglo XVI, con la creación de las primeras cátedras en la Real y Pontificia Universidad. En 1833, con el establecimiento de las ciencias médicas y la aparición del nuevo modelo afrancesado del plan de estudios. Otro momento histórico fue durante la República restaurada con Juárez en la Presidencia y con una ciencia mexicana positivista, en donde surgieron figuras como Eduardo Liceaga, Carmona y Valle, que marcaron un periodo importante en la historia de la medicina mexicana. El otro momento que le fascinó estudiar al doctor Fernández del Castillo fue el periodo comprendido entre la década de los veintes y los cuarentas, esta última etapa en donde se empieza a configurar la medicina moderna contemporánea, cuyos principales protagonistas fueron sus amigos Ignacio Chávez y Salvador Zubirán, entre otros.” Por su parte, el doctor Carlos Fernández del Castillo conversó acerca del médico e historiador como profesional de la salud. Reveló que don Francisco se graduó con el título de médico cirujano en 1923 junto con 108 médicos, entre ellos Salvador Zubirán. El tema de su tesis fue Estudio semiológico del dolor de cabeza, a cuya preparación y redacción dedicó una buena parte de su tiempo; la investigación la formaron ocho capítulos e incluyó siete casos clínicos ilustrativos, tres cuadros sinópticos, dos esquemas dibujados explicativos y referencias bibliográficas. En él abordó desde consideraciones generales hasta la semiología y el origen orgánico de las cefaleas. Ante los miembros de la Sociedad, entre ellos familiares de don Francisco, el doctor Fernández del Castillo indicó: “Interrogaba a sus pacientes con un criterio semiológico, que fácilmente le llevaba al diagnóstico. Estando en consulta se lavaba las manos delante del paciente, en silencio, dando la impresión de que en esos momentos estaba reflexionando en los síntomas del mismo, y la exploración física siempre era completa: de cabeza a pies, lo que creaba en el enfermo mayores sentimientos de confianza, optimismo y esperanza. Tenía las manos muy suaves y delicadas, y al curar la región afectada no se distraía con nada, ni siquiera hablaba, con lo cual imprimía a sus maniobras una actitud de sólida concentración, esto que estoy narrando lo viví en carne propia, cuando me curó durante dos meses de unas serias quemaduras de segundo y tercer grados que sufrí en la cara y en la mano izquierda en un accidente, cuando era adolescente. Recordaré siempre la actitud de infundirme ánimo para afrontar la posibilidad de quedar dañado de la vista de manera permanente. Yo, igual que sus numerosos pacientes, le estamos muy agradecidos. Cabe señalar -y lo menciono con particular orgullo- que atendió el parto de mi mamá durante mi nacimiento.” En su oportunidad, el doctor García Procel se refirió al ingreso del doctor Fernández del Castillo a la Academia Nacional de Medicina. El historiador de la medicina mexicana ingresó a la institución el 30 de mayo de 1945. Cinco académicos suscribieron un documento de apoyo a su candidatura, entre los firmantes se distingue la del secretario general, Alfonso Pruneda, quien fuera su maestro en su época de estudiante y ocupó un sitio en el área de historia de la medicina. “Al momento de solicitar su ingreso a la ANM ya había realizado una muy extensa labor como historiador y proporcionó sus principales trabajos en el área de su disciplina, entre ellos: La cirugía mexicana de los siglos XVI y XVII, estudio hecho en 1936; Los orígenes de la enseñanza de la anatomía en México, llevado a cabo en 1941; Las primeras disecciones anatómicas en México, elaborado en 1942; Páginas quirúrgicas del siglo XVII, efectuado en 1942; Historia de la materia médica mexicana y los primeros investigadores, investigación realizada en 1943, y Andrés Vesalio y su influencia en la literatura médica española, trabajo hecho en 1943.” El doctor Procel recordó que fue el 15 de octubre de 1951 cuando el doctor Donato Alarcón, presidente de la ANM, notificó al doctor Francisco Fernández del Castillo haber resultado triunfador en la votación del día 10 para desempeñar el cargo de secretario general en sustitución del doctor Alfonso Pruneda. Finalmente, la sesión de la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina estuvo presidida por los doctores Guillermo Fajardo Ortiz, su presidente; Humberto Hurtado Andrade, presidente de la Academia Mexicana de Cirugía; Rolando Neri Vela, Arturo Frías Austria, Joaquín Ocampo Martínez y Magdalena Martínez Guzmán. |