c. Libre Albedrío

1. Benjamin Libet (1916-2007)

Tal vez los experimentos neurocientíficos mas discutidos hayan sido aquellos hechos por Benjamin Libet en 1983 sobre la intención conciente de la actividad voluntaria, mientras trabajaba en el Departamento de Fisiología de la Universidad de California en San Francisco. Libet empezó su trabajo experimental determinando cuanta activación requerían sitios específicos del cerebro para iniciar sensaciones somáticas artificiales, pero pronto pasó al estudio de la conciencia humana e hizo su experimento mas famoso. En este demostró que el procesamiento eléctrico inconciente del cerebro, el llamado "Bereitschaftspotential" o "readiness potential" y descubierto por Lüder Deecke y Hans Helmut Kornhuber en 1964, precede las decisiones concientes de hacer actividades voluntarias y espontáneas. Esto implica que el procesamiento neuronal inconciente precede y potencialmente produce actos volitivos, que en forma retrospectiva son detectados por el individuo como motivados en forma conciente. Los resultados de estos experimentos se apartaban del punto de vista filosófico y religioso del 'libre albedrío', por lo que produjeron una gran conmoción que se mantiene hasta nuestros días.

Actos volitivos y Potencial de disponibilidad ('readiness potential')

Para determinar la relación entre el potencial de disponibilidad ('readiness potential') inconciente y las sensaciones subjetivas de volición y actividad, Libet necesitaba un método objetivo para marcar la experiencia conciente del sujeto sobre el deseo de hacer una actividad en el tiempo y después comparar esa información con los datos de la actividad eléctrica del cerebro registrados durante ese mismo intervalo de tiempo. Para esto, utilizó un osciloscopio como el que se usa para graficar la amplitud y frecuencia de señales eléctricas y con unos pocos ajustes, hizo que en vez de mostrar un barrido lineal, el osciloscopio mostrara un punto que se movía en círculo, en forma semejante a una de las manecillas de un reloj (Figura 1). Este medidor fue arreglado para que el tiempo que tomaba el punto en pasar por dos marcas en el círculo fuera aproximadamente 43 milisegundos y como la velocidad angular del punto era constante, cualquier distancia podía ser fácilmente convertida en el tiempo que tomaba en viajar esa distancia.

Figura 1. Osciloscopio usado por Libet para medir el tiempo. Nótese el punto moviéndose a una velocidad constante en el círculo marcado.

Para monitorear la actividad cerebral durante ese mismo periodo de tiempo, Libet usó un electroencefalograma (EEG) y con electrodos colocados en varios puntos sobre el cráneo registró la actividad neuronal de la corteza certebral. Para medir el tiempo que tomaba la actividad voluntaria usó un electromiograma (EMG), que registraba el movimiento de la mñeca con electrodos colocados en la piel arriba del músculo activado del brazo. Tomó el tiempo al inicio de la actividad en el EMG como el cero para calcular todos los otros tiempos.

Antes de empezar el experimento Libet pedía al sujeto que se sentara en un escritorio colocado frente al osciloscopio. Entonces le colocaba electrodos sobre el cráneo y le pedía que hiciera una actividad motora simple, como apretar un botón o flexionar un dedo durante cierto periodo de tiempo. Con estas pruebas se aseguraba que el sujeto entendiera lo que tenía que hacer y que todos sus aparatos funcionran correctamente.

Ya durante el experimento pedía al sujeto que flexionaran la muñeca en el momento en que quisieran, "cuando él/ella se diera cuenta que tenía urgencia por apretar el botón", y lo único que tenían que hacer era recordar la posición del punto en el osciloscopio (pruebas control demostraban que había un margen de error de sólo unos 50 mseg).

Durante cada prueba los sujetos flexionaban la muñeca unas 40 veces mientras Libet y sus colaboradores medían tres eventos: 1) el inicio del movimiento de la muñeca con electrodos sobre ella que eran conectados a un electromiógrafo (EMG); 2) el cambio en la actividad cerebral asociado con la decisión de mover la muñeca, que era registrado con electrodos en el cráneo, el llamado electroencefalograma (EEG); 3) el momento en que el sujeto decidía en forma conciente mover la muñeca y este era el mayor problema. Si Libet hubiera dicho al sujeto que en ese momento dijera algo, eso hubiera creado interferencia en el registro del EEG y para evitar esto usó un método indirecto que ya había probado antes. Pidió al sujeto que en el momento en que decidiera mover la muñeca, tomara nota mental de la posición de un punto de luz que se movía en círculo en la pantalla de un osciloscopio.

Libet también analizaba el registro EEG de cada prueba con respecto al tiempo de la actividad y notó que la actividad del cerebro involucrada en la iniciación de la actividad se centraba principalmente en la corteza motora secundaria y, en promedio, ocurría aproximadamente 500 mseg antes que terminara el experimento al apretar un botón. Esto es, aparentemente las decisiones concientes de actuar eran precedidas por un aumento inconciente de la actividad eléctrica dentro del cerebro, que había sido llamado Bereitschaftspotential (readiness potential o potencial de 'disponibilidad') por Kornhubeer y Deecke  (1964). El resultado de la decisión podía verse en la corteza prefrontal y parietal unos 7 segundos antes que el sujeto tuviera conciencia de su decisión.

Los resultados de las mediciones hechas por Libet muestran claramente una característica de la actividad cerebral, el llamado “readiness potential” (RP), que ocurre aproximadamente 350 mseg antes del momento en que el sujeto decía que era cuando había hecho la decisión conciente (DC) de mover la muñeca. Aproximadamente 200 mseg después de esta decisión, flexionaba la muñeca (F). Por lo tanto, la decisión conciente ocurría después que el cerebro había empezado a alterar su actividad en preparación para el movimiento y en algunos casos, cuando los sujetos decían haber preparado el movimiento internamente antes de ejecutarlo (PRP), este retardo podía  ser hasta de unos 1000 mseg antes de que en forma conciente hicieran el movimiento.


Figura 2. Gráfica mostrando el tiempo al que ocurrían los eventos durante el experimento de Libet. F indica el momento de la flexión de la muñeca; DC cuando el sujeto hace la decisión conciente de mover la muñeca; RP el momento del registro del "readiness potential", y; PRP cuando el sujeto menciona haber empezado a preparar el movimiento de la muñeca.

El debate sobre estos resultados continúa hasta ahora y es ¿cómo deben interpretarse esos resultados? Si la actividad del cerebro durante la preparación (readiness) para el movimiento del cuerpo se hubiera observado antes de la decisión conciente de hacerlo, ¿no hubiera sido esto la muerte del "libre albedrío"? ¿No mostraría esto que el conciente de nuestra intención de actuar no es mas que un epifenómeno, un efecto de la actividad de nuestro cerebro mas que su causa?

Los resultados de Libet no fueron una sorpresa para aquellos que ya habían rechazado cualquier forma de dualismo de la substancia, en la que el libre albedrío tiene un tipo de autonomía inmaterial. De hecho, esas personas se hubieran preocupado si los hallazgos hubieran sido los contrarios, un conciente que no corresponde con una actividad cerebral, pero que es capaz de activar las neuronas del cerebro como por arte de magia. Así, estas personas quedaron satisfechas con la interpretación de que el conciente no es mas que un tipo de ilusión.

En cambio, para otras personas, como el mismo Libet, el conciente todavía podía tener un papel causal en nuestras actividades voluntarias, aunque fuera ejerciendo simplemente un control sobre el movimiento antes de ser ejecutado; digamos, en los últimos 150-200 mseg antes que la muñeca del sujeto se mueva. Entonces, la decisión que inicialmente había sido hecha por un proceso inconciente, puede ser aprobada o negada por el libre albedrío del sujeto.

Según Libet, nuestro libre albedrío estaría limitado a inhibir la actividad, esto es, a ejercitar un tipo de 'veto' sobre su ejecución. Así, frente a las múltiples intenciones que se inician al azar en los circuitos neuronales del cerebro, nuestro libre albedrío tendría el poder de rechazar todas aquellas que no fueran apropiadas, con lo que la responsabilidad personal se mantendría porque aún seriamos capaces de suprimir la idea de cualquier actividad socialmente inaceptable antes de externarla.

Entonces, los experimentos de Libet sugieren que el cerebro es el lider y la mente lo sigue. Sin embargo, creemos que si poseyeramos un libre albedrío por encima de nuestra biología, las cosas serían al revés; esto es, la mente sería el lider y el cerebro/cuerpo el sirvente.

Como es de imaginar, las conclusiones que se derivan de los experimentos de Libet han atraído muchas críticas. Primero, algunos han indicado la dificultad de aprobar o rechazar en forma experimental la hipótesis del 'veto' conciente, ya que, ¿cómo puede el conciente aprobar o rechazar una actividad antes de haber evaluado primero sus consecuencias potentiales? Y, si el veto es un acto conciente, también requeriría un retardo de 350 mseg para tener efecto, lo que es mucho tiempo para el intervalo disponible de 200 mseg.

Otros han atacado directamente la suposición dualista que ven en la interpretación de Libet que, según ellos, da un poder casi mágico al control conciente.

En relación a la metodología, las críticas son de dos tipos. Algunos involucran el uso del punto de luz en la pantalla circular del osciloscopio para medir cuando se hace la decisión conciente, diciendo que ese método no incluye el tiempo que el sujeto requiere para cambiar su atención desde el punto de luz a la decisión conciente de mover la muñeca. Otros críticos han cuestionado la selección de la flexión de la muñeca como el comportamiento observado, diciendo que es muy simple y repetitivo para llevar a conclusiones generales en relación al libre albedío o a la responsabilidad moral que se deduce de él. Esto, a su vez, ha sido criticado por Haggard y colaboradores, quienes reprodujeron los experimentos de Libet y mostraron que se necesitan distinguir dos tipos de onda durante el intervalo en que se prepara la actividad: la primera, inconciente, corresponde al inicio de la actividad ("muévela") y la segunda, conciente, está asociada con el tipo de movimiento escogido ("muévela en esta forma").

Sin embargo, la crítica más radical proviene del filósofo Daniel Dennett, para el que la idea misma de querer asignar un momento preciso a una decisión conciente es errónea. La concepción de Dennett del conciente no tiene espacio para un lugar donde pueda coincidir un estímulo como un punto de luz, con la sensación subjetiva de iniciar una actividad. Según Dennett, todo lo que existe son mecanismos cerebrales capaces de calcular el tiempo y responder a estos calculos con palabras o comportamientos. Por lo tanto, no hay posibilidad de que el 'yo' pueda tener acceso privilegiado al contenido de ese cálculo del tiempo y la capacidad conciente de decidir sobre una actividad.

Pero esto no significa necesariamente que Dennett rechaze cualquier noción de libre albedrío. El rechaza cualquier forma de libre albedrío que emane de un poder inmaterial, pero también cree que nuestro sentido de libertad es real. Según él, este sentimiento puede ser una expresión conciente de una facultad que ha evolucionado para dejarnos evaluar los 'pros' y los 'contras' de las situaciones que encontramos y en las que se presentan varias opciones para decidir.

Implicaciones de los experimentos de Libet

Los experimentos de Libet sugieren a algunos que el verdadero iniciador de los actos volitivos es el procesamiento inconciente en el cerebro y, por lo tanto, el libre albedrío no tiene un papel en su iniciación. Según esta interpretación, si el procesamiento inconciente hiciera algo para iniciar una actividad antes que el conciente se diera cuenta del deseo de hacerla, el papel causal del conciente en las actividades volitivas sería eliminado.

Por su parte, Libet indica que la voluntad conciente es ejercida en forma de 'veto', esto es, que se requiere el permiso del conciente para que el inconciente haga que el 'readiness potential' sea actualizado como movimiento. Aunque el conciente no participa en la instigación de los actos voluntarios, puede participar suprimiendo o reteniendo ciertas actividades instigadas por el inconciente. Ya que la experiencia subjetiva del deseo conciente de una actividad precede a la actividad misma por unos 200 mseg, esto deja al inconciente sólo 100-150 mseg para vetar esa actividad, porque los últimos 50 mseg antes de la actividad están ocupados por la activación de las motoneuronas de la médula espinal por la corteza motora primaria, y el margen de error indicado en los experimentos que utilizan el oscilador también debe ser considerado.

2. Otro experimento de Libet

En los últimos años de los 1970s, Benjamin Libet también estudió algunos pacientes que estaban siendo sometidos a cirugía por su amigo Bertram Feinstein, quien previo consentimiento del paciente, le permitió hacer experimentos reflejos que en cierta forma repetían los experimentos de Wilder Penfield sobre los mapas topográficos del cerebro y de los cuales salió el que ahora llamamos 'homúnculo'. Para esa cirugía se levantaba una parte del cráneo del paciente y eso exponía el cerebro, pero como el paciente sólo tenía anestesia local para disminuir la sensación en la corteza sensorial y el cuero cabelludo, estaba completamente despierto y Libet podía hablar con él.

Para el experimento Libet estimulaba primero el dedo meñique del paciente mientras registraba la parte correspondiente de la corteza sensorial de lado expuesto del cerebro. Con el osciloscopio modificado que había usado para los otros experimentos, Libet observaba el registro de la corteza sensorial del paciente para saber cuando arrivaba la señal, con una fracción de segundo de resolución. Además, el paciente también indicaba cuando creía que su dedo había sido estimulado.

Lo que Libet supuso que pasaría era que el paciente experimentaría la estimulación de su dedo meñique con un retardo de una fracción de segundo, porque el mensaje tenía que viajar desde el dedo hasta el cerebro usando los nervios sensoriales, lo que tomaría un periodo de tiempo finito. Libet también suponía que la estimulación directa del cerebro sería detectada inmediatamente. Sin embargo, lo que pasó fue precisamente lo opuesto, ya que los resultados mostraron claramente que el paciente detectaba la estimulación en el dedo inmediatamente, mientras detectaba la estimulación directa en la corteza sensorial una fracción de segundo antes de darse cuenta que había sido estimulado.

Figura 3. Diagrama de los registros de Libet estimulando el dedo meñique de un paciente durante una cirugía del cerebro. El registro muestra que estimulando la corteza cerebral hay actividad eléctrica antes que el paciente se de cuenta que ha sido estimulado, mientras el estímulo en el dedo es detectado después de la estimulación.

Libet sabía que la señal eléctrica tomaría una cantidad finita de tiempo para viajar desde el dedo hasta el cerebro; sin embargo, parecía que el conciente trabajaba con unas reglas completamente diferentes, ya que la mente era capaz de viajar hacia atrás en el tiempo para experimentar la estimulación en el dedo antes que (o conforme) ocurría. Esto es, el procesamiento del conciente en el cerebro no estaba limitado al concepto convencional del tiempo, ya que podía viajar tanto hacia adelante como hacia atrás en el tiempo.

¿Qué significa todo esto?

El razonamiento de Libet era que si la detección conciente de un hecho ocurre antes del "Bereitschaftspotential", entonces el conciente sería la causa de la acción, pero eso no era lo que ocurría, ya que la intención conciente llega muy tarde para ser la causa de la acción. Sin embargo, aunque el conciente no sea la causa de la actividad voluntaria aún puede tener un papel, ya que la actividad cerebral inconciente inicia el proceso pero el conciente puede decidir si la actividad ocurre o no; este decir no a la actividad en forma conciente fue llamada por Libet "veto conciente". Varios investigadores han criticado la hipótesis del veto conciente de Libet, diciendo que es "defender lo que parece ser una función control conciente mágica" y otros, como Daniel Dennett, dicen que el error básico es "pensar que la conciencia se encuentra en un depósito central".

Referencias

Kornhuber, H.H., and L. Deecke. 1964. Hirnpotentialänderungen beim Menschen vor und nach Willkürbewegungen, dargestellt mit Magnetbandspeicherung und Rückwärtsanalyse. Pflügers Arch. Eur. J. Physiologie 281: 52.
Libet, B. 1983. Time of conscious intention to act in relation to onset of cerebral activity (readiness potential): the unconscious initiation of a freely voluntary act. Brain 106: 623-642
Libet, B. 1985. Unconscious cerebral initiative and the role of conscious will in voluntary action. Behav. & Brain Sci. 8: 529–566.
Libet, B. 2004. Mind Time: The Temporal Factor in Consciousness. Harvard Univ. Press.